El tortuoso camino de 628 días para conseguir la prestación de dependencia en Canarias

El proceso para que se reconozca el grado de dependencia y obtener ayudas en las Islas tiene como unos 10 pasos, con espera de meses entre uno y otro, saltando de administración en administración y con montañas de documentación

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Persona en situación de dependencia en Canarias / EFE
Persona en situación de dependencia en Canarias / EFE

La burocracia y los procesos para solicitar una prestación pueden ser uno de los peores enemigos para una persona. Conducen a la espera y, en muchos casos, a la desesperación. El tiempo de espera medio en el Archipiélago para conseguir la resolución de una prestación de dependencia está establecido en 628 días, casi dos años de saltos entre administraciones, montañas de documentación y, sobre todo, demora. 

Canarias es una de las comunidades autónomas con mayor lista de espera de solicitudes de dependencia y va en aumento. Si una persona presenta una solicitud de dependencia en las Islas a día de hoy, esta no se resolvería hasta 2026, según el informe del Diputado del Común. La espera llevó a que un total de 2.300 personas en 2023 murieran antes de que se les reconociera su situación de dependencia. ¿Cómo es el proceso para solicitarla?

De administración en administración

Para que una persona pueda solicitar que se le reconozca el grado de dependencia y ser beneficiaria de la prestación, en la actualidad debe seguir un proceso de unos 10 pasos con espera de meses entre uno y otro, que en algunos casos llega al año, según ha podido saber este medio. 

El primero es el más sencillo. La persona tiene que acudir a su centro de salud y solicitar un informe de salud. Al conseguirlo, la siguiente visita será al ayuntamiento del municipio en el que resida, donde pide cita para servicios sociales. Esta cita puede ser fijada entre uno y tres meses después de pedirla. 

Y cuando por fin llega el día marcado, se solicita la prestación de dependencia para la que es necesario entregar una serie de documentación que la propia persona y, en la mayoría de los casos, su familia tiene que encargarse de buscar y conseguir, a pesar de desconocer los papeles y dónde solicitar cada uno de ellos. Este ‘búscate la vida’ puede llevar a que el proceso se alargue seis meses entre administración y administración, tres meses en el mejor de los casos. En este punto, muchas asociaciones ofrecen ayuda a las familias para facilitarles el camino. 

Conseguir el grado de dependencia

La apertura de expediente puede tardar de seis meses a un año, a los que se suma la espera de otros cuatro o seis meses para establecer la cita para valorar el grado de dependencia de la persona, todo ello dependiendo a su vez de la isla en la que se encuentre. Lo mejor es estar disponible para alguna de las fechas ofrecidas porque solo se tienen dos oportunidades, sino la solicitud se da por desestimada. 

Un o una trabajadora social realiza la visita pertinente y en tres o cuatro meses se resuelve el grado de dependencia. Obtener el PIA, es decir, el Programa Individual de Atención - el documento en el que se recogen los servicios y prestaciones que se le conceden a una persona en situación de dependencia - puede llevar otros tres meses. 

Morir esperando

Una vez se ha conseguido, después de la larga espera, el reconocimiento del grado de dependencia y el PIA, la prestación económica puede tardar dos meses en ser resuelta. Además, la persona entra en la lista de espera de plaza pública para centros de día o residencias, por lo que, a pesar de contar ya con los papeles necesarios, el camino parece no llegar a su fin. 

Es a razón de este tortuoso y largo proceso por el que en muchas ocasiones, la mayoría de las personas solicitantes fallecen antes de que les sea reconocido el grado de dependencia y obtener las ayudas. 

Las asociaciones cuentan con un nuevo temor de cara a finales de este año, momento en que la Dirección General de Dependencia perderá al 70% de su plantilla al finalizar su contrato programa con el IMSERSO, tras ser prorrogado todo lo posible. Temen que, si no se pone solución a esta problemática de personal, las listas de espera se disparen y el tiempo medio de espera pase de 628 días a duplicarse, e incluso alcance los 1.400 días.