Güímar encara las dos semanas que restan para que el repique de las campanas en San Pedro anuncien el comienzo de las Fiestas de El Socorro, unas fechas en las que el municipio se involucra para atender a las miles de personas que llegan desde otros municipios o desde más allá de las orillas tinerfeñas para participar en la propia Bajada de la Virgen o en cualquier otro acto marcado por la cultura y la tradición.
La alcaldesa, Carmen Luisa Castro, asumió la alcaldía hace poco más de una semana -después de que prosperara la moción de censura-, pero no es ajena en lo que a gobernanza se refiere, ni a los comentarios de una parte de la ciudadanía del municipio, quienes piensan que con ella “ya llegaron las fiestas y el despilfarro”, como así lo han expresado a través de algunos medios y redes sociales.
Buenas fiestas
Al respecto, en declaraciones a Atlántico Hoy ha recordado que ella gobernó el municipio entre 2013 y 2019, comentado, además, que las fiestas no son solo divertimento, sino que también representan un importante revulsivo económico y planificación para Güímar. “Hay quienes se quejan, pero en realidad los vecinos reclaman más seguridad y buenas fiestas, esto es lo mínimo que piden”.
“En los barrios ha habido mucho abandono. Las comisiones de vecinos y de fiestas se han quejado por la dejadez que han estado sufriendo”, destaca la mandataria, reseñando que las principales quejas giran en torno a la falta de seguridad en la planificación de actos festivos. “Han tenido que alterar el programa de fiestas o verse con procesiones en las calles sin Policía Local. Esto no puede ser”, concluye.
Plan de barrio
Castro destaca que, entre sus muchas iniciativas para lo que queda de mandato, ha priorizado de manera inmediata el tema de la seguridad y las celebraciones porque “constituyen un motor económico para el municipio”, señalando que cada festejo repercute directa o indirectamente en el comercio local.
“Además, aprovechamos las celebraciones y las fiestitas de barrios para hacer un embellecimiento”, manifiesta la primera edil municipal, desgranando que en sus gobiernos anteriores, “durante los cuatro años del mandato planificamos un plan de barrios con las fiestas”, de tal manera que se actuaba en todo lo preciso para su mantenimiento y embellecimiento.
Fiscalización
Por otro lado, explica que durante su tiempo en la oposición ha visto como ha mermado el mantenimiento y “ha faltado mimar más al pueblo” para que no cayera en el estado de abandono en el que se lo ha encontrado.
En cualquier caso, ha insistido en poner en valor el trabajo de la oposición, una labor que ya ejecutan quienes han gobernado hasta el pasado 11 de agosto. “La labor de la oposición es muy importante. Fiscalizar lo que hace el grupo de gobierno es imprescindible para el buen funcionamiento”, señala.
Buena oposición
También crítica se ha mostrado Castro con los medios con los que cuentan los concejales y concejalas que ejercen la oposición al gobierno municipal, establecidos por la propia Ley de Régimen Local, señalando que hacer una buena oposición es complicado, sobre todo en localidades en las que los portavoces de los grupos no cuentan con remuneración económica para ejercer su cometido.
“Cualquier denuncia que realices durante el proceso de oposición es mucho dinero y muchas veces ese dinero sale del propio bolsillo”, indica, añadiendo que no debe extrañar que, en determinados municipios, a la oposición le cueste ejercer como tal “porque, si deben tener un trabajo ajeno al ayuntamiento para mantenerse, no pueden dedicar todo el tiempo ni los recursos deseados a la labor de la fiscalización al gobierno local”.
Transparencia
“He aprendido mucho en la oposición y hay que darle más valor”, explica la alcaldesa quien considera que el gobierno saliente no actuó como se esperaba. “Siendo alcaldesa, en los plenos había debate, pero cuando pasé a la oposición pude comprobar que no nos dejaban ni hablar”, expresa.
Recuerda la mandataria municipal los datos deTtransparencia del Comisionado recientemente conocidos, alegando que “Güímar resulta suspendidísima”, señalando que en los últimos años se ha visto obligada a “denunciar muchas veces en el Comisionado de Transparencia la negativa del gobierno a darnos los informes que solicitábamos”.
En relación a lo descrito, advierte que va a "facilitar" el trabajo a la oposición, “porque es también necesaria para el grupo de gobierno”.