La semana pasada, el Cabildo de Tenerife anunció que tras años de lucha de los trabajadores del tranvía va a sustituir el agente cancerígeno con el trabajan a diario muchos de los empleados del tranvía. Si bien el polvo de sílice era la gran bandera de la lucha sindical, hay otros motivos que han llevado a los trabajadores a estar en huelga.
Los trabajadores llevan más de 220 jornadas de huelga; que se hace en los tres tramos diarios del tranvía con más afluencia, con unos servicios mínimos que se elevan hasta el 80%. En realidad, la situación se prolonga desde febrero de 2023, cuando comenzó la primera huelga. Hasta en dos ocasiones se paró o redujo, pero volvieron a la carga ante la falta de avances en sus peticiones.
Batalla sindical
Actualmente hay una treintena puntos que todavía se están negociando. Pese a llevar meses de negociaciones, tanto el Cabildo de Tenerife como la parte sindical informan a Atlántico Hoy que no se ha “cerrado” ninguno de los puntos de la huelga. En lo único que se ha conseguido avanzar más, según traslada el comité de huelga, es en la sustitución del polvo de sílice y el reglamento de funcionamiento interno del comité de seguridad y salud.
Es decir, que tras meses de huelga, los avances son escasos y mientras la consejera de Movilidad del Cabildo de Tenerife, Eulalia García, apunta que los trabajadores están imponiendo más que negociando, para los empleados, la huelga se ha convertido en una batalla sindical. Lo dicen en relación a las elecciones sindicales de mayo, para las que García se presenta con el sindicato USO.
Temas que no se tocan
“Hemos pedido en varias ocasiones que se suspenda la huelga, ni siquiera que se levante. Hay que pensar en los usuarios, esto puede ser un tema político, pero eso no es lo importante, lo importante son los usuarios”, valoró la consejera el pasado viernes.
Sobre la negociación, para García hay temas “que no son susceptibles de negociación” como los relacionados con la organización de la empresa como la reestructuración de departamentos. “Ahí el comité puede opinar pero nunca exigir cambios de personas, ni lo que es organización y dirección de la empresa”, ha reprochado.
Los trabajadores reclaman, sin embargo,“grupos profesionales justos y un reconocimiento real de nuestro esfuerzo y preparación”. Incluso aseguran que “se otorgan sobresueldos fuera de convenio y ascensos a dedo, sin procesos de promoción interna ni ofertas públicas de empleo”, según han explicado en sus redes sociales.
A esto se suma la denuncia de que hay un “régimen disciplinario en el tranvía de Tenerife es totalmente arbitrario”. Por ello exigen “un régimen disciplinario justo, imparcial y enfocado en la mejora continua de los trabajadores, respetando siempre las libertades sindicales”.
Plan de igualdad
Uno de los puntos que no han conseguido cerrarse es la elaboración de un plan de igualdad. Hay que tener en cuenta que la empresa pública está obligada a tener uno. “La empresa se niega a elaborar un registro retributivo transparente, lo que siembra dudas sobre posibles irregularidades en la gestión de Recursos Humanos”, denunciaban los trabajadores en Instagram.
Por ley, los planes de igualdad tienen que incluir una auditoría retributiva que incluya los salarios medios, los extras y los datos desagregados por sexos. Hay que tener en cuenta que el propio área de recursos humanos del Cabildo de Tenerife exigió a Metropolitano de Tenerife que debía aclarar varias contrataciones y pagos hechos sin los informes suficientes o sin seguir el procedimiento adecuado.
Servicio de prevención propio
Otro punto que destacan especialmente los trabajadores es la necesidad de crear un servicio de prevención propio y reconstituir el Comité de Seguridad y Salud, “de manera que funcione como un órgano de toma de decisiones en materia preventiva, y no como un mero buzón de quejas”. García ha asegurado que ya trabajan en el servicio propio “que llegará con el tiempo, porque el equipo necesita adquirir experiencia”.
Asimismo, piden un plan de acción frente al riesgo psicosocial. “Antes de la gratuidad, en 2021, el servicio de prevención ya detectó riesgos psicosociales elevados y muy elevados en la mayoría de la plantilla del tranvía Tenerife”, denuncian.
Respecto a la vigilancia a la salud, los empleados también reclaman un protocolo de investigación de incidentes, así como medidas preventivas para evitar atropellos a peatones.
Nuevo convenio
Asimismo, los trabajadores reclaman iniciar el proceso de negociación para actualizar el convenio colectivo. Además, piden que, al igual que otros trabajadores del cabildo como los de Titsa o el IASS, se puedan suscribir al Acuerdo Marco para una Administración del Siglo XXI, de manera que se les implante la jornada laboral de 35 horas semanales.
Dentro de todo lo relacionado con el polvo de sílice, el agente cancerígeno que se usa para la tracción del tranvía, sigue existiendo polémica. Si bien se va a sustituir, los trabajadores denuncian que siguen sin realizar controles de salud a los conductores y revisores y que tampoco se han aplicado todas las medidas preventivas y organizativas necesarias para estos puestos.