Existe base legal para sacrificar a los perros tiroteados por la policía en Tenerife

Desde el entorno de los propietarios se asegura que el juzgado quiere emitir una orden para sacrificarlos, pero no está demostrado

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Uno de los perros tiroteados en Tenerife por la Policía Nacional./ REDES
Uno de los perros tiroteados en Tenerife por la Policía Nacional./ REDES

La actuación policial antidrogas que acabó a tiros contra tres perros este miércoles en el sur de Tenerife está "entre la chapuza y la negligencia". O, por lo menos, para Francisca Gutiérrez Jáimez, presidenta de la Red Canaria de Abogados por el Bienestar Animal y su Medio Ambiente (Red Cabama).

No todos piensan igual. Los sindicatos policiales han cerrado filas en torno a las acciones de los tres agentes que, mientras detenían al dueño de los perros, se sintieron amenazados por los canes y les descerrajaron varios disparos que los mandaron al hospital veterinario. Todos los perros han sido operados y su vida ya no corre peligro, pero llegaron bastante graves.

Supuesta orden se sacrificio

Aunque la Policía Nacional aseguró a Atlántico Hoy que no se alcanzó a los animales en zonas vitales, la presidenta de Red Cabama considera que los agentes "sí dispararon en zonas vitales”, como pueda ser la cara y la garganta. Dana, una de los perros, fue alcanzada en la pata y la bala le inutilizó el nervio, por lo que podría llegar a perder el miembro. Canario recibió un disparo en la mandíbula que le destrozó la boca y salió por la garganta. El que peor parado quedó fue Chicote, que llegó a la clínica sólo media hora después del tiroteo con una "hemorragia descontrolada" y pronóstico muy grave, según explicó su gerente a Atlántico Hoy. La bala le entró por la nariz y se quedó alojada en su esófago.

El caso se ha hecho tan viral entre la opinión pública que preocupa el resultado judicial del mismo. La difusión de vídeos que muestran explícitamente la cara de los agentes y las amenazas proferidas por los testigos no ayudarán si el tema acaba en los juzgados. En el entorno de los propietarios de los perros, se asegura que han recibido una llamada de la Guardia Civil alertando de que el cuerpo está pendiente de que la autoridad judicial firme una orden para sacrificarlos, pero no hay pruebas de que esto sea cierto.

La Guardia Civil ha desmentido a Atlántico Hoy que esta llamada se haya producido y fuentes cercanas a los propietarios de los perros manifiestan que todavía no ha llegado ninguna orden judicial para este cometido. Son todo habladurías, pero sí existe base legal para que la Policía Nacional pueda pedir el sacrificio de los animales -al igual que existe base legal para recurrirla-, explica Gutiérrez Jáimez, dado que el cuerpo puede alegar que los canes atacaron a los agentes.

Uno de los perros tiroteados recuperándose./ FACEBOOK
Uno de los perros tiroteados recuperándose./ FACEBOOK

La "chapuza" policial

El escenario, no obstante, es complejo. La abogada animalista reitera que la actuación policial fue "una chapuza". El detenido en la operación, propietario de los tres american bully -canes que no son una raza incluida en el catálogo de razas potencialmente peligrosas, pero es obtenida del cruce de otras que sí lo son y se consideran a efectos legales como tal- cometió varias infracciones: llevar a tres perros potencialmente peligrosos de paseo a la vez -la ley establece que se tendrían que sacar de uno en uno-, sin correa y sin bozal. Pero se queda ahí.

Del lado de la policía, el error -a ojos de la presidenta de Red Cabama- es más clamoroso por no haber previsto una operación en la que pudiese haber perros involucrados ya que era habitual que el detenido paseara con sus animales.

Gutiérrez Jáimez destaca que "existen manuales básicos de intervención policial si se produce incidentes con perros y esto no lo previeron los agentes". La abogada señala el ejemplo de una intervención policial realizada en Güimar en febrero de 2017, donde se detuvo a 23 personas y se intervinieron más de 120 perros destinados para peleas y ningún animal recibió un tiro. 

Perros de exhibición

Y es que no es casualidad que hubiese de por medio tres american bully. El propietario, ahora detenido, tiene hasta nueve canes de esta raza y los lleva a competiciones de exposición. Nada de peleas, como se elucubró en redes sociales, sino exposiciones. Este dato debía ser conocido por la policía si, previo a la detención, había hecho escuchas, vigilancia e investigaciones, por lo que la presidenta de Camaba sostiene que el dispositivo tendría que haber previsto un protocolo para los perros en el que dispararles a bocajarro fuese la última de las opciones.

Máxime cuando, como se puede apreciar en los vídeos, los perros no manifiestan una conducta agresiva per se, sino defensiva. Uno de ellos se queda en todo momento con el dueño y los otros dos hostigan, sin llegar al mordisco, a los agentes. Aún así, los tres recibieron balazos. La situación de riesgo, para la abogada animalista, fue provocada por los agentes "por su falta de previsión y formación en este tipo de intervenciones".

La letrada afirma que esta operación "evidencia la necesidad de la preparación por parte de las fuerzas del orden en estas intervenciones ya que la mayoría de las familias conviven con animales de compañía en sus hogares como uno más y es algo que no se puede obviar". Además, añade que "las verdaderas víctimas son los tres perros que se han visto involucrados en una situación que ellos no provocaron "

"Sensación de peligro"

La Policía Nacional ha alegado esta semana en un comunicado que los agentes resultaron heridos levemente por el incidente con los perros, aunque no ha trascendido nada más allá de esta afirmación. Gutiérrez Jáimez señala que, tras recibir los disparos, los dos animales que quedan en pie -uno de ellos cae al suelo y no vuelve a levantarse- se mantienen mansos y no hacen por atacar a los agentes.

Ahora bien, aunque el visionado de las pruebas pudiese llevar a concluir que la actitud de los perros no comportaba un peligro como para sacar el arma, la presidenta de Red Cabama considera que sería difícil de demostrar ante un juzgado que los policías involucrados no tuvieran una "sensación de peligro" en el momento del disparo. Este sería el matiz que podría avalar la defensa propia y descartaría una negligencia o un maltrato ante un juez.

Sobre la posibilidad de una orden de sacrificio, la abogada cree que es un escenario que podría darse si la Policía Nacional lo solicita, aunque llevaría a toda una serie de recursos legales entre las partes involucradas, ya que el hecho de que los perros fuesen de competición podría demostrar que estaban educados y no eran agresivos. Lo cierto es que, desde que los perros salieron del hospital veterinario, sotras fuentes cercanas a los propietarios han asegurado que estos habrían escondido a los perros para evitar tener que entregarlos llegado el caso.

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