La Dirección General de Salud Pública del Gobierno de Canarias ha advertido que la futura planta de secado solar de lodos que se proyecta en el Complejo Ambiental de Tenerife podría generar molestias por olores y se ubicará en un entorno con un historial de incumplimientos ambientales. Así lo recoge su informe dentro del procedimiento de evaluación de impacto ambiental simplificada, en el que advierte que la instalación se situará a menos de dos kilómetros de varios núcleos habitados.
El Informe de Impacto Ambiental de este proyecto promovido por la UTE Nivaria fue aprobado el pasado 23 de enero de 2025 por la Comisión de Evaluación Ambiental de Tenerife (CEAT). El dictamen considera que el proyecto no debe someterse a una evaluación ambiental ordinaria “siempre y cuando se cumplan las medidas ambientales previstas en el documento ambiental, el programa de vigilancia ambiental y los condicionantes establecidos”.
Demasiado cerca de La Laja, Tajao y Las Arenas
Sin embargo, la Dirección General de Salud Pública ha sido clara en su valoración. En su informe, se señala que el ámbito donde se ubica el proyecto afecta directamente a población colindante: “El ámbito epidemiológico se considera potencialmente expuesto a las emisiones de una actividad las poblaciones ubicadas en un radio de 2.000 m, estando los núcleos de La Laja, San Miguel de Tajao y Las Arenas a una distancia del Complejo Ambiental de Arico inferior a la indicada”. Aunque el informe no los menciona, también están a menos de dos kilómetros los núcleos de La Caleta y La Mareta.
El organismo autonómico va más allá y critica la gestión actual del Complejo Ambiental de Tenerife, donde se integrará la nueva planta: “El resultado de las inspecciones ambientales llevadas a cabo para verificar la adecuación a las condiciones impuestas en la Autorización Ambiental Integrada (AAI) muestra un grado de cumplimiento bajo”. Y añade: “Desde 2020 se ha registrado en el Complejo Ambiental de Arico un aumento progresivo en los niveles emitidos de metano, dióxido de carbono, óxidos de azufre y partículas”.
Sobre el hedor en esta planta, el informe avisa de que el proceso de secado de lodos “podría dar lugar a malos olores, que producirían molestias para los residentes y trabajadores de la zona, sobre todo en días de viento o altas temperaturas”. Por este motivo, se propone reforzar el control ambiental y exigir al promotor que “incorpore en el programa de vigilancia ambiental (PVA) medidas preventivas para minimizar el impacto sobre la calidad del aire durante la fase de explotación en el que se incluyan medidas para disminuir la emisión de partículas y la realización de campañas de medición de olores en condiciones meteorológicas desfavorables”.
¿Qué es el proyecto?
El proyecto consiste en la construcción de una planta de secado solar térmico de lodos, una técnica que permite reducir el contenido de agua en los lodos procedentes de estaciones depuradoras. Esta reducción permite disminuir su volumen y peso, haciendo más fácil y menos costosa su gestión, transporte y depósito en vertedero.
La planta utilizará tecnología SolarBatch, consistente en el secado en cámaras tipo invernadero de 104 metros de longitud por 16 metros de ancho, ventiladas y con volteo mecánico. El lodo llegará con un 15% de materia seca y, tras el tratamiento, alcanzará un 58%.
La instalación estará dimensionada para tratar hasta 10.000 toneladas anuales, según el documento técnico redactado por Proyectos Navarra Ingeniería. Estará ubicada en una parcela interna del Complejo Ambiental de Tenerife, que fue modificado a finales de 2023 para poder acoger lodos con menos del 65% de humedad.
Evaluación ambiental simplificada y con condiciones
La planta fue sometida a un procedimiento de evaluación de impacto ambiental simplificada, previsto para proyectos con un impacto teóricamente limitado. Durante este proceso, se consultaron a varios organismos públicos. El Cabildo de Tenerife, como órgano sustantivo, y la CEAT, como órgano ambiental, aprobaron el proyecto con medidas correctoras, el 23 de enero de 2025 (p. 1/23).
A pesar de que el proyecto no incluye un sistema de desodorización, el Cabildo aceptó la justificación técnica del promotor, que presentó un informe adicional en diciembre de 2024. Este informe estima que los niveles de olor no superarán los umbrales legales, aunque se deja abierta la posibilidad de instalar un sistema en caso necesario.
Antecedentes
La planta aún no ha iniciado su fase de ejecución, pero el informe de Salud Pública introduce una serie de advertencias que apuntan tanto al proyecto como al contexto en el que se inserta. En su informe, este organismo señala que existen antecedentes relevantes en el complejo: “La instalación ha sufrido incendios afectando a población circundante, la existencia de quejas vecinales y del propio Ayuntamiento por lo que el impacto no es nulo”.
También recuerda que “el grado de cumplimiento del Complejo Ambiental de Arico en las inspecciones reglamentarias realizadas por la Consejería de Transición Ecológica es BAJO”.