El Cabildo de Tenerife está impulsando la construcción de dos trenes en la isla: el tren del sur y el tren del norte. Queda mucho para que estos proyectos se puedan hacer realidad, especialmente la infraestructura del norte, sin embargo ya ha abierto todo un debate sobre su idoneidad para isla. La sociedad insular está dividida entre la protección del territorio y la supuesta mejora de la movilidad que podría traer
En el ámbito empresarial y sindical apuestan ampliamente por la construcción de ambos proyectos, -aunque alguno con escépticismo- con la premisa de que servirán para mejorar la movilidad en la isla. El colapso de las carreteras, el alto índice de vehículos por habitante y la mayor eficiencia en el traslado son los principales argumentos de los máximos representantes de las patronales de la isla.
El sí de los empresarios
El presidente de la CEOE de Tenerife, Pedro Alfonso, valora que un plan de movilidad inteligente debe cubrir un sistema que complemente la movilidad privada con la pública, por ello califica de “adecuados” sendos proyectos e incluso reclama el impulso de la ampliación de las líneas de tranvía.
Es la misma opinión que tiene el presidente de la Federación Provincial de Empresas de la Construcción (Fepeco), Óscar Izquierdo, quien valora que el transporte público guiado debe impulsarse por la “sencilla razón” de que al ser un “territorio limitado” la isla no se “puede permitir una incorporación ilimitada de vehículos”.

Una red de movilidad
Por ello Izquierdo aboga por una movilidad que incluya trenes, tranvías, guaguas, taxis y el vehículo privado. “La potenciación del transporte público guiado significa a su vez la incorporación, la construcción y el equipamiento de zonas de aparcamiento cerca de las estaciones y en las periferias de los grandes núcleos urbanos”, explica Izquierdo sobre el nodo de movilidad que podrá crear el vehículo privado y los trenes.
Otro empresario, en este caso el presidente de Femete, Juan Antonio Jiménez Arranz, señala que apostar por la construcción del tren en la isla “no se trata únicamente de construir una infraestructura, sino de sentar las bases de un modelo de transporte moderno que reduzca nuestra dependencia del coche privado”. Eso sí aclara Jiménez que “siempre desde el consenso social”.
Una alternativa
Por ello, dado el “colapso crónico que sufren las principales vías de Tenerife” considera el presidente de la patronal de empresas del metal que “el tren ofrece una alternativa eficaz, rápida y segura, capaz de descongestionar las carreteras y facilitar los desplazamientos de miles de personas cada día”. “Apostamos por un transporte limpio, con menor huella de carbono y respetuoso con nuestro territorio. Es una obligación, si queremos legar a las futuras generaciones una isla más habitable y equilibrada”, señala Jiménez.
Dentro del ámbito laboral, los empresarios no son los únicos que defienden la construcción. El secretario general de la FeSMC-UGT en Canarias, Jesús Trancho, apuesta por la construcción de estos proyectos para favorecer el traslado de los trabajadores, especialmente en los puntos de mayor colapso. Asimismo también apuesta por la ampliación de los tranvías, especialmente de la línea 1 hasta el aeropuerto de Los Rodeos.
20 años de espera
Sin embargo, hay quien se muestra con más duda y crítica, pero no en contra de la construcción. "El tren del Sur es una opción de futuro en la que siempre hemos creído y apoyado, aunque después de 20 años hablando de esta infraestructura la vemos con escepticismo", comenta el presidente del Círculo de Empresarios y Profesionales del Sur de Tenerife, Javier Cabrera.
"En el sur seguimos esperando por la ampliación de la TF-1 y de las carreteras secundarias, una ampliación acorde con el crecimiento y necesidades de nuestra comarca", señala el empresario sobre las carencias de las carreras. Por ello, más allá del impulso del tren reclama que "el presente inmediato y real es la ejecución de unas carreteras que solucionen los problemas de movilidad que padecemos".

Consumo del territorio
Pero en el debate de la construcción del tren la movilidad no lo es todo. Los colectivos ecologistas de la isla se han mostrado abiertamente en contra de la construcción de estas infraestructuras por la afección al medioambiente y por el modelo económico que representan.
El director de la Fundación Canaria Teleforo Bravo-Juan Coello, Jaime Coello, califica de “disparatada” la construcción de los trenes. “Es totalmente absurdo que en un territorio tan limitado, tan reducido, con un grado de ocupación tan grande, se plantee una solución como el tren porque va a consumir una enorme cantidad de suelo”, reprocha Coello.
En la misma línea, el portavoz de la Asociación Tinerfeña de Amigos de la Naturaleza, Eustaquio Villalba, señala que "no hay ninguna isla en el mundo de las dimensiones de Tenerife y Gran Canaria que haya solucionado sus problemas de comunicaciones, de movilidad, recurriendo a los trenes". En sentido señala que los trenes son infraestructuras pensadas para largos recorridos, por lo que también califica de "disparate" que se plantee esta medida, que el caso del tren del sur sería de 79 kilómetros.
Dispersión del territorio
Coello contrapone la visión de la mejora de la movilidad por la característica de la dispersión territorial de las viviendas en la isla, por lo que considera que “va a haber que generar bastantes más paradas de las que serían deseables y al final la duración de ese tren va a ser interminable”. De momento, lo que plantea el tren del sur es recorrer de Santa Cruz de Tenerife a Adeje en 39 minutos, con solo siete estaciones. Algo que Villalba también considera que va a suponer una "barrera" para los pueblos, que seguirán necesitando recurrir a las guaguas y vehículos privados.
Otro de los argumentos de Coello es que “se va a afectar a un patrimonio natural muy importante” por lo que no consideran “justificable” sacrificar ese patrimonio por este proyecto. Coello recuerda que en el plan de movilidad sostenible en las diferentes alternativas que recogía valoraba como mejor opción aquellos que no planteaban los trenes. Sin embargo, el Cabildo de Tenerife ha decidido mezclar dos de estas alternativas y apostar por las dos infraestructuras.
Sin planificación
“No vamos a conseguir solucionar el verdadero problema existente, que es la movilidad”, opina el director de la fundación. Asimismo, reprocha que no está “muy claro” el modelo de isla que se busca, así como que se está trabajando “en base a necesidades creadas”. “Lo ideal sería haber hecho una planificación integral del territorio para ver cuántas personas pueden estar con el concepto de capacidad de carga”, reprocha Coello.
"Un tren no supone ninguna contribución notable a mejorar la movilidad en las islas", valora Villalba, por su parte. El portavoz de ATAN es escéptico con la amortización de lo que constará la infraestructura y el alto número de expropiaciones que se tendrían que hacer en el norte de la isla. Por ello Villalba mantiene la apuesta de la guagua y de los carriles BUS-VAO como la mejor alternativa económica y medioambiental.


