Los vecinos del municipio de La Orotava, aseguran estar “al límite” tras más de cuatro décadas conviviendo con una situación que consideran “insostenible” en la carretera vieja TF-21, especialmente en el tramo comprendido entre La Quiquirá y Las Cuevas. Tal y como publicaba Atlántico Hoy, la ausencia total de zona peatonal obliga diariamente a los viandantes a invadir la calzada, y el ayuntamiento lleva dos años tramitando una solución.
“Hasta que no haya una desgracia no van a hacer nada”, lamenta David, residente de la zona desde hace ocho años, que cuenta a este medio que los coches pasan a escasos centímetros de quienes se ven obligados a caminar por la carretera. “O vas por la maleza, que está llena de gallinas y excrementos, o vas por la carretera y los coches tienen que esquivar. Para ir al pabellón, que está cerca de casa, sobre todo mi hija, tengo que acompañarla o incluso coger una guagua para una simple parada”, relata.
“Nos dan largas”
Afirma que muchos de sus vecinos llevan años trasladando la problemática al Ayuntamiento y que, aunque en los últimos dos años ha habido reuniones continuas, no se ha producido ningún avance tangible. “Nos dan largas. Dicen que hay un proyecto, pero no hemos visto nada. Algún día va a pasar algo”, denuncia David.
La reclamación es clara: unas aceras “dignas” que permitan transitar de forma segura y un paso de peatones que facilite el cruce al bajar de la guagua. También subrayan que tanto el Ayuntamiento como el Cabildo llevan tiempo “pasándose la pelota” sin ofrecer soluciones provisionales. “Seguimos jugándonos la vida diariamente”, apunta. En llamada curva de la Charca de Ascanio, asegura, la situación se agrava: “Cuando coinciden dos guaguas, entre una y otra no entra ni un folio”. Ante la falta de avances señala que no descartaría proponer a los vecinos que quieran hacer alguna movilización.
Proyecto
El concejal de Seguridad y Emergencias, Narciso Pérez, explicó a Atlántico Hoy que los vecinos han solicitado un proyecto completo que garantice una conexión segura entre la urbanización Las Cuevas y el paseo Domínguez Afonso. En respuesta, el Ayuntamiento encargó un estudio de viabilidad cuyos planos fueron presentados en diciembre.
Aunque la propuesta inicial fue bien recibida, los residentes trasladaron sus preocupaciones, especialmente por la posible pérdida de plazas de aparcamiento derivada de la creación de nuevas aceras. Pérez señaló que el estudio, actualmente en proceso de convertirse en proyecto definitivo, contempla alternativas para mantener un número mínimo de estacionamientos sin renunciar a las mejoras de seguridad. El objetivo municipal es presentar el proyecto completo a principios de 2026. Tras su exposición pública, comenzará la fase de informes sectoriales junto al Cabildo.
Expropiaciones
No obstante, Pérez sí dijo que el futuro proyecto deberá equilibrar múltiples factores: seguridad vial, creación de aceras, protección de los árboles existentes, mantenimiento de aparcamientos y mínima afección a las viviendas.
“Son muchos condicionantes en apenas 800 metros, lo que ha exigido un intenso trabajo técnico durante meses”, explicó. La ejecución implicará expropiaciones en varios márgenes para ensanchar la via --algunas, al parecer, ya se habrían hecho-- pero permitirá, en un futuro cercano, contar con un entorno peatonal seguro.