Pedro Halffter le da una nueva vida a la ópera a través de la inteligencia artificial

'Klara' se representará el miércoles 13 de diciembre en el Teatro Pérez Galdós, Las Palmas de Gran Canaria | El autor aborda los posibles sentimientos que puede presentar la IA y cómo puede llegar a afectar a la humanidad

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Pase de la ópera 'Klara' / FUNDACIÓN AUDITORIO TEATRO

La ópera es ese género que ha quedado, así de primeras al imaginarlo, como algo muy de nicho y clásico. Esa sería la palabra, ‘clásica’, como La traviata, Carmen o Madama Butterfly. Una persona con un gran vozarrón en medio del escenario es la imagen que puede aparecer en la mente al pensar en una ópera. Sin embargo, hay quienes optan por rescatar el género musical teatral y traerlo a la actualidad, para todos los públicos, incluso el más joven. 

Para ello, la clave ha sido tratar un tema de actualidad. Como en su día llegaron los teléfonos móviles, la inteligencia artificial (IA) se ha incorporado como un elemento más de la vida cotidiana. Aquellos mundos distópicos como el de Blade Runner parecen más próximos de lo que se piensa. No por la posibilidad de una batalla entre máquinas y humanos, sino por el desarrollo de esta herramienta, capaz de tener emociones. 

El director de orquesta y compositor Pedro Halffter es la mente pensante de la nueva ópera Klara, que se representará este miércoles 13 de diciembre, a partir de las 20.00 horas, en el Teatro Pérez Galdós. Una obra en la que el autor se plantea qué sentimientos puede presentar una inteligencia artificial y cómo los puede llegar a gestionar. 

Puesta en escena de la ópera 'Klara' / FUNDACIÓN AUDITORIO TEATRO
Puesta en escena de la ópera 'Klara' / FUNDACIÓN AUDITORIO TEATRO

De los libros a la ópera

Para Halffter la ópera es un género que está vivo y debe tratar los temas actuales, “ser testigo de nuestro tiempo” porque sino al final “terminará siendo algo museístico”. El director defiende que se puede crear algo nuevo dentro de este género y esa ha sido, entre otras, una de sus motivaciones para crear Klara. 

La inspiración nació de la lectura de novelas distópicas como Un mundo feliz o 1984, así como de algunos autores japoneses, y de la propia reflexión sobre la IA y el futuro al que “nos vamos a enfrentar: convivir con algo que nosotros mismos hemos creado y puede volverse en contra nuestra por su propia voluntad”, manifiesta Halffter. Con Klara no se plantea una batalla, sino los sentimientos de la propia IA. 

Una soprano y dos pianos

De manera poética, como apunta el director, la puesta en escena de la soprano Ashley Bell, dos pianistas, Juan Carlos Garvayo y el propio Pedro Halffter, y la escenografía de Anton Armendari con efectos 3D, trasladan al escenario esta historia, simple y a la vez tan compleja. 

“El diálogo con el personaje es muy directo entre los dos pianos. Los instrumentos reflejan con la música los sentimientos que puede sentir el personaje. Al mismo tiempo, utilizamos una serie de proyecciones con las que va interactuando. Se crea un universo propio. Esa es la idea, todo es poético y aforístico. No hay una lucha entre el ser humano y la inteligencia artificial. No es una historia de buenos y malos”, expone Halffter. 

Pedro Halffter presenta su nueva ópera 'Klara' / FUNDACIÓN AUDITORIO TEATRO
Pedro Halffter presenta su nueva ópera 'Klara' / FUNDACIÓN AUDITORIO TEATRO

Llamar la atención del público

Es a través de una “escenografía espectacular” y esta temática futurista, más o menos próxima, como el director y compositor llama la atención de los espectadores, incluidos los más jóvenes, que se han alejado del mundo de la ópera. Y, con tan solo una hora aproximadamente, ofrece la oportunidad al público que nunca ha estado en una ópera de empezar y adentrarse en este mundo, sin estar más de tres horas en las butacas como en las obras clásicas. 

La música, “envolvente”, conduce al espectador poco a poco entre las cuatro partes que componen la obra y “nos va metiendo dentro de la conciencia de la protagonista”, desde su descubrimiento de los sentimientos, el asombro por la existencia de emociones más negativas - como la ira, la rabia y la capacidad de matar -, el tormento de sentir y, por último, la despedida al “no querer compartir aquello que al principio de la ópera le hacía tan feliz”. Todo ello a partir de haikus - poesía japonesa -, pues la intención de Halffter es transmitir en pocas palabras el sentimiento de Klara y dejar en manos del público su propia interpretación. 

Klara, la inteligencia artificial protagonista de la ópera / FUNDACIÓN AUDITORIO TEATRO
Klara, la inteligencia artificial protagonista de la ópera / FUNDACIÓN AUDITORIO TEATRO

Reflexión sobre el uso de la IA

“Quiero que el público salga de la ópera y hable de este tema actual que nos afecta a todos, que se lleven una reflexión”, manifiesta el compositor. “Es mucho más sutil que las luchas que plantean las películas. La inteligencia artificial se ha metido dentro de nuestra vida cotidiana sin matar a nadie ni que aterrice una nave espacial y nos invadan con humanoides, simplemente a través del ordenador”.

No es miedo lo que mueve a Halffter dentro de todo este tema, sino la intriga, la necesidad de reflexionar lo que para él atañe a todo el mundo y ha sido tratado incluso en el Parlamento Europeo, que hace poco días ha redactado una ley sobre la IA, un hecho que para el director marca la diferencia sobre todo lo conocido. 

Adquirir conciencia

“Cualquier invento que haya podido ocurrir antes en la historia de la humanidad, la máquina de vapor o la imprenta, son elementos que el ser humano ha utilizado bajo su propia voluntad. Pero ahora existe el peligro de que esa tecnología adquiera conciencia y voluntad propia y nos estamos defendiendo contra eso. Eso es lo que vengo a tratar desde una parte un poco más poética”. 

Es así como Halffter le da una nueva oportunidad a la ópera, un género que también puede contar historias. En este caso, una actual, del día a día y cotidiana, como señala el director, que sin hacer spoiler del final de su obra, deja en el aire alguna que otra pregunta. “¿Qué va a pasar? ¿Llegarán a dominarnos? No lo sabemos”.

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