El consejo de administración del CB Gran Canaria ha decidido iniciar acciones legales para resolver el contrato de patrocinio con Dreamland Studios, tras confirmarse los reiterados incumplimientos económicos por parte de Newport, empresa vinculada al acuerdo. Según ha podido confirmar Atlántico Hoy, la deuda asciende ya a 270.000 euros, correspondientes a 120.000 euros del curso pasado y 150.000 de la presente temporada.
La situación, enquistada desde hace meses, ha terminado por forzar una decisión de calado en la estructura financiera del club, que considera agotadas las vías de negociación ordinaria. El impago sostenido ha generado una importante tensión en la planificación económica, especialmente en un contexto de exigencia presupuestaria creciente por la participación en competiciones nacionales y europeas.
Pasos a seguir
Para reclamar judicialmente el impago de un patrocinio, el Granca ha realizado requerimiento fehaciente de pago —mediante burofax (trámite ante el que Newport se comprometió a saldar en estos días la deuda del ejercicio 24-25)— otorgando un plazo para saldar la deuda; el siguiente paso llevaría a la entidad claretiana a un acto de conciliación ante el juzgado, que aunque no es obligatorio, refuerza la reclamación y puede evitar el juicio.
Si persiste el impago, la vía más rápida es presentar un procedimiento monitorio, siempre que exista documentación que acredite la deuda —contrato, facturas, correos, pruebas de ejecución del patrocinio—; si el deudor no paga ni se opone, se pasa directamente a la ejecución y embargo, y si se opone, el asunto se resolverá en juicio verbal u ordinario según la cuantía.
Otros impagos
Pero los problemas de liquidez del Granca no se explican solo por el incumplimiento del patrocinador principal. A esos 270.000 euros se suman también los retrasos en el pago de subvenciones y acuerdos del Gobierno de Canarias, por un importe aproximado de 225.000 euros —dinero que, por ejemplo, sí se ha abonado al CB Canarias por el mismo periodo de tiempo acordado—, así como unos 100.000 euros pendientes de ingreso por parte de la ACB en concepto de derechos televisivos. Todo ello ha provocado una tensión directa en la tesorería del club.
El golpe financiero ya tiene consecuencias medibles. El CB Gran Canaria cerró la temporada 2024-2025 con un déficit cercano a los 200.000 euros, una cifra que ha obligado al consejo a tomar decisiones de urgencia para garantizar la estabilidad a corto plazo. En ese contexto, el club ya ha solicitado un adelanto de 500.000 euros al Cabildo de Gran Canaria para poder encarar con garantías el inicio del curso 2025-2026.
Empresa externa
Ante este escenario, el consejo no solo ha aprobado activar la vía judicial para resolver el contrato de patrocinio con Dreamland, sino que también ha dado luz verde a una segunda línea de actuación estratégica: la búsqueda inmediata de un nuevo patrocinador principal. Para ello, el Granca ha decidido contratar a una empresa externa especializada, que se encargará de sondear el mercado y detectar posibles socios comerciales capaces de asumir el rol de title sponsor.
Desde el consejo de administración se entiende que este movimiento es clave para garantizar la estabilidad financiera futura, defender los derechos de la entidad y asumir la responsabilidad y mantener el nivel competitivo del proyecto deportivo. La marca Dreamland, que da nombre al equipo —y que no opera comercialmente—, se encuentra ahora en una situación de evidente fragilidad jurídica y contractual, a la espera de que se formalicen los pasos legales que permitan al Granca desligarse definitivamente del actual acuerdo.
Mensaje claro
La decisión llega en un momento especialmente delicado, con la temporada en plena ebullición deportiva y con la necesidad de blindar ingresos estructurales a medio plazo. El patrocinio principal no solo afecta a la camiseta y a la denominación oficial del equipo, sino que supone una de las principales fuentes de financiación ordinaria del club.
El consejo, según las fuentes consultadas, se ha conjurado para que el conflicto con Newport no afecte al día a día del vestuario ni al rendimiento deportivo. Sin embargo, el mensaje es claro: el Granca no está dispuesto a sostener un patrocinio fallido que lastra su estabilidad económica en uno de los momentos más sensibles de su planificación.