El equipo de Fran empezó con garbo pero luego acumuló un caudal largo de despropósitos. Desde el error de Ortolá en la desgracia del gol en propia meta de Sipcic a la muy evitable (y pueril) expulsión de Bermejo, capaz de lo mejor y de lo peor. El rendimiento del catalán desconcierta y aunque el talento se le supone, no termina de ser el mismo que antes de la lesión.
El comportamiento del CD Tenerife fue descorazonador. Vale que está en obras, en construcción, en rodaje o como quieran llamarlo; pero en su segunda cita en casa confirmó que sus problemas van mucho más allá de que Juan Carlos Cordero convenza a Fran Sol o acierte con el mediocampista que le falta. El equipo es inconsistente, demasiado blando, está huérfano de fluidez y le falta un potosí de confianza. Tampoco la hubo por parte del entrenador en los presuntos revulsivos. Tardó tanto en hacer los cambios, que da mucho que pensar. Queda un mundo, pero demasiado pronto llegan las primeras decepciones.
P.D. De los Papeles de la Fundación hablaremos en otro momento. Pero permítanme tan solo un apunte: la investigación de Radio Club Tenerife ha sido tan escrupulosa y meticulosa que no cabe ni un solo reproche. Enhorabuena a Airam Gómez por tantos meses de trabajo riguroso y brillante. Justo los dos calificativos que no merece Miguel Concepción y los suyos, tan poco elegantes en el manejo de fondos públicos. Tardando están en dar explicaciones.