Canarias aspira a ser un engranaje esencial en la industria de los ‘chips’

El comisionado especial para el Perte Chip, Jaime Martorell, está realizando un recorrido por los proyectos canarios relacionados con los microchips para conocer la potencialidad canaria de cara al reparto de fondos

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Visita del Comisionado Especial para el PERTE Chip, Jaime Martorell (izquierda) al Instituto de Astrofísica de Canarias con Elena Máñez, consejera de Economía del Gobierno de Canarias. / Gobierno de Canarias
Visita del Comisionado Especial para el PERTE Chip, Jaime Martorell (izquierda) al Instituto de Astrofísica de Canarias con Elena Máñez, consejera de Economía del Gobierno de Canarias. / Gobierno de Canarias

Canarias quiere estar invitada a la gran fiesta del microchip; al gran reparto de fondos europeos que buscan fomentar la industria de la microelectrónica en Europa. La joven industria isleña ansía ser parte del engranaje que posibilitará la autonomía europea en la producción de semiconductores. Con la intención de atraer parte de los más de 12.000 millones de euros que repartirá este proyecto el Gobierno de Canarias ha realizado una ruta por los proyectos e instituciones al comisionado especial para el Perte Chip, Jaime Martorell, para intentar que las propuestas canarias sean una parte fundamental en el desarrollo de esta industria.

Este lunes ha sido el caso de Tenerife y el martes será el de Gran Canaria. Martorell estará durante dos días escuchando, analizando y valorando si actualmente Canarias tiene algo que decir o no en el despliegue de los 12.250 millones de euros, la mayor inversión europea en un perte, cuya intención es rebajar la dependencia asiática de la producción de microchips, unos elementos estratégicos que están presentes en todos los dispositivos electrónicos. 

Analizando proyectos

Aparentemente el archipiélago sí podría acaparar parte de la financiación. Quizás no tanto como el resto del territorio nacional donde se busca instalar una planta de fabricación de semiconductores, pero sí como un mecanismo que retroalimenta al resto del ecosistema de los chips en España. Así lo ha explicado Martorell, quien asegura que, por ahora, los proyectos canarios que aspiran a esta subvención “están muy bien definidos y son muy claros”, por lo que ahora “tenemos que buscar un punto de vista de análisis y poder incorporarlo en los proyectos que estamos desarrollando”. 

Todavía no se habla de proyectos concretos ni se menciona siquiera cuál será el monto que llegue a las islas. Hay mucha prudencia. El comisionado destaca que en estos meses han trabajado en conocer los diferentes proyectos a lo largo de la geografía española. “Este año 2023 es el primer año en que hay un presupuesto ya asignado, en concreto 1.350 millones”, ha anunciado. Pero de asignaciones concretas no hay nada. 

El Perte chip en Canarias

El Perte se estructura en base a cuatro líneas de trabajo: refuerzo de la capacidad científica, estrategia de diseño, construcción de plantas de fabricación y dinamización de la industria de fabricación TIC. Dentro del eje científico el Instituto de Astrofísica de Canarias parece que sí recibirá parte de los 800 millones asignados, ya que sus trabajos se incluyen también en proyectos con el Centro Nacional de Supercomputación. 

Según las cifras ofrecidas por la consejera de Economía, Elena Máñez, en Canarias hay unos 700 trabajadores de empresas que de alguna forma trabajan en la cadena de valor de los semiconductores, así como 200 personas que forman parte de los equipos de investigación. En total, la consejera ofrece la cifra de que estas empresas tienen un volumen de negocio de 78 millones de euros. 

Eel Comisionado Especial para el PERTE Chip, Jaime Martorell. Atlántico Hoy
El Comisionado Especial para el PERTE Chip, Jaime Martorell. / Atlántico Hoy

Y la intención es que siga creciendo. Martorell asegura que a partir de enero se conocerán proyectos concretos y se publicarán las diferentes convocatorias. Por el momento, el comisionado está visitando los territorios como paso siguiente a la recepción de propuestas celebrada en octubre, cuando una delegación canaria viajó a Madrid en la primera batalla para conseguir la financiación. 

Recorrido por el sector

En un comunicado, el Gobierno de Canarias ha informado de la agenda que ha seguido el comisionado en Tenerife. Primero, la visita al Instituto Astrofísico de Canarias, luego una presentación de Proexca sobre los incentivos para invertir en Canarias y reuniones con representantes del Clúster C3 y de la empresa AgnosPCB, así como una visita a las instalaciones de Wootpix y los laboratorios Arquimea. 

Este martes la visita será a Gran Canaria, donde conocerá el Campus Universitario de la ULPGC, con visita al Instituto Universitario de Microelectrónica Aplicada (IUMA), y posterior traslado al Parque Científico Tecnológico, para conocer el trabajo del Instituto de Estudios Ambientales y Recursos Naturales y desarrollos como Aeroláser, SensorLab, LightBee o SSM, antes de visitar Wimmic y e-Signus, y reunirse con empresas del Clúster Chip Canarias. La visita concluirá con la asistencia a la Presidencia del Gobierno en las Palmas de Gran Canaria, explica el comunicado. 

El auge del chip

Así será como Canarias quiere aprovecharse de la guerra geopolítica que Europa y Estados Unidos han declarado comercialmente a China. Este despliegue sin precedentes de inversiones para el desarrollo de una industria tiene un motivo aparente: la deslocalización de la producción acaba cuando el desabastecimiento es una posibilidad.

Asia ha venido siendo, y seguirá siendo un par de años más, el productor indiscutible de semiconductores. Taiwan, Corea del Sur y China lideran la producción, aunque hay estadísticas que también sitúan en el top 3 a Estados Unidos (por la empresa Intel). Europa sabe que ha quedado rezagada con solo un 8% de la cuota de mercado global, por ello quiere aspirar a ocupar el 30% para rebajar su dependencia del exterior y asegurar su propio abastecimiento. Un hito necesario si se tiene en cuenta la pasada crisis de desabastecimiento de microchips y que nunca se sabe qué vientos soplarán en los caminos del comercio internacional.

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