La 'burbuja automovilística': los coches de segunda mano disparan el precio medio de los vehículos

En 2019, el año prepandémico, el coste medio de un vehículo en el Archipiélago era de 15.652 euros y ha pasado a ser de 20.608 euros en el acumulado de 2023

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Vehículos de segunda mano / EUROPAPRESS
Vehículos de segunda mano / EUROPAPRESS

Comprar un vehículo cada vez se vuelve más complicado. Mirar los precios puede asustar a más de uno en un contexto inflacionario del que no se libra nadie. Si el coste de los materiales y la energía aumenta, el valor final del coche que se expone en el concesionario también. Es de cajón, sí, pero que de media el importe haya subido en Canarias el 31,66% si se compara lo que va de año con las cifras de 2019 tiene otra explicación: los coches de segunda mano.

En el año prepandémico el precio medio de un vehículo en el Archipiélago era de 15.652 euros y ha pasado a ser de 20.608 euros. Manuel Sánchez, presidente de Faconauto –la patronal de los concesionarios–, explica a Atlántico Hoy que en esa estadística están incluidos los de segunda mano –también conocidos como de ocasión–.

Guerra de Ucrania

Indica que la falta de suministro por la escasez de semiconductores que ha ocasionado la Guerra de Ucrania tuvo como consecuencia que ya no hubiera vehículos nuevos. “Ha habido gente que ha vendido su coche tres años después más caro de lo que lo había comprado tres años atrás”, subraya. “Eso es anómalo totalmente, pero ¿por qué ha ocurrido? Porque no había”, reflexiona.

Y esto no es un ejemplo concreto, sino muchos en los que la gente decidía de vender su coche que tenía dos años y medio y cuando lo iba a tasar salía revalorizado porque no había disponibilidad de ese vehículo en concreto”, continúa Sánchez.

Imagen de coches en Las Palmas de Gran Canaria./ Atlántico Hoy
Imagen de coches en Las Palmas de Gran Canaria./ Atlántico Hoy

"No había en stock"

El presidente de Faconauto apunta que los grandes proveedores de vehículos de ocasión, las empresas de renting o los rent a car en el caso de Canarias, no pudieron desflotar provocando que el precio medio del coche de segunda mano “subiera bastante”. “El rent a car no ha podido matricular muchos coches porque no había en stock y lo que vendían lo quitaban más antiguo y más caro”, agrega.

“Esto no quita que el vehículo nuevo también haya subido motivado por la inflación y la subida enorme que ha habido de las materias primas durante los dos últimos años”, destaca Sánchez para añadir que los concesionarios están haciendo campañas de ayuda dentro de ese precio para poder volver a regularizarlo.

Coches de alquiler en La Gomera. / CEDIDA
Coches de alquiler en La Gomera. / CEDIDA

Mucho tiempo de espera

Sánchez pone sobre la mesa que cuando un cliente iba a comprar un coche de cero kilómetros no lo había en lineal. “Había unos tiempos de espera de ocho, nueve o 10 meses en casi todas las marcas. El mercado de los vehículos usados generaba que esa burbuja hiciera de la poca oferta de vehículo nuevo aumentaba el valor de los vehículos usados”, sostiene.

No todo descansa sobre los coches de segunda mano. “Llevamos desde 2020 problema tras problema y el que nos encontramos ahora se llama Banco Central Europeo”, afirma Sánchez. “Más del 90% de los coches que se venden en Canarias se venden financiados y hemos pasado de un tipo de interés que podemos estar hablando de entre un 4% y un 5% de media a tipos de interés por encima del 8%”, apostilla.

La recuperación

Los contenedores también dieron problemas porque el gran atasco en China influyó mucho. “Sin olvidar la subida del acero como una materia fundamental de fabricación del vehículo”, sentencia. Sobre la recuperación, se fijó en cuatro años en 2020: “Vamos a hacer un año casi plano. Crecemos un 22 y 24%. Hemos mantenido toda la empleabilidad. Mucho contrato fijo y formación continuada”.

Los vehículos de segunda mano donde más ha dado la subida de precios son los utilitarios y en el tipo de furgoneta pequeña. “Se dio en el familiar que es el que más demanda tiene aquí en Canarias”, declara.

El de lujo se mantuvo muy normalizado porque hay menos inmediatez, pero ese cuando lo compras lo hacen con una necesidad imperiosa del momento y tuvieron que correr un poco más. Había demanda, pero no había capacidad de cubrir toda la que teníamos”, culmina.