“El cultivo estrella en las Islas, por fuerza y por importancia, sigue siendo el plátano”, comenta a Atlántico Hoy la ingeniera agrícola Hiurma Chico, quién recuerda que el archipiélago cuenta, actualmente, con 9.000 hectáreas dedicadas a este cultivo.

“Es un error asociar el plátano solo a su comercialización y a la venta directa porque para nosotros representa mucho más”, añade. Destaca la ingeniera que el fruto de la platanera abarca otros aspectos de la economía canaria, señalando, entre otras cuestiones, su influencia en el abaratamiento del transporte de productos que llegan desde el exterior.

Red económica

Argumenta Chico que en el archipiélago, históricamente, tanto el cultivo del tomate como el del plátano han redundado en facilitar la llegada de otros productos a Canarias, explicando que la cantidad de contenedores que se utilizan para exportar estos productos en su interior, regresan con otra mercancía a un coste mucho menor, “lo que repercute en toda la red económica”.

“Atender a la demanda exterior no solo no representa un transporte inutil, sino todo lo contrario porque los contenedores no vuelven vacíos, sino que se aprovecha su capacidad para importar lo que demandamos desde las islas”, apunta.

Menor coste al transporte

En un territorio ultraperiférico como Canarias, numerosos productos de abastecimiento llegan desde el exterior, principalmente por vía marítima y en el interior de contenedores que ya efectuaron una ida a la península repletos de toneladas de plátanos. Estos contenedores deben volver y, para no hacerlo vacíos de contenido, se utiliza su capacidad para el traslado a las islas de otros productos, a una tasa inferior en el transporte”. 

“A nivel de la red comercial canaria es importante la exportación porque esto abarata los costes de la importación”, comenta, indicando que cuando se hace referencia a la red no se trata únicamente de los agricultores sino del beneficio para el archipiélago al “producirse este abaratamiento”.

Agua

En relación a las críticas que giran en torno a la producción del plátano y el elevado volumen de agua necesaria para el cultivo, la profesional agraria, coincidiendo en que el consumo hídrico es alto también es tajante al señalar que “para eso tenemos las herramientas”, mencionando los sistemas de desalación.

Explica Chico que el agua que es limitada es la que se encuentra en pozos y galerías mientras que, si se hace uso del sistema de desalación, “no solo se optimizarán los recursos” sino que se ganaría en rentabilidad, valorando que “proteger la agricultura es proteger el paisaje y las economías familiares”

Calidad

Por otro lado, insiste la experta en la necesidad de tomar conciencia sobre la importancia de seguir apostando por la agricultura isleña, no solo por lo que a economía se refiere sino, además, por la garantía de calidad que ofrece cada uno de los productos del primer sector.

“Cuando uno adquiere un producto de la Unión Europea, UE, debe entender que las restricciones en el uso de productos fitosanitarios son mucho mayores que las que rigen a otros cultivos de países terceros, lo que se convierte en un plus de salubridad que los consumidores deberían de tener en cuenta”, matiza.

Fitosanitarios

Es sabido que la normativa europea prohíbe el uso de ciertas sustancias para su aplicación en el sector agrario, pero eso no impide que se utilicen en países ajenos a la UE. “ A día de hoy, los agricultores de Canarias no pueden utilizar ciertos materiales que sí utilizan en otros lugares para determinados cultivos, como es el caso de la banana, un fruto que siempre está en competencia con el plátano por su precio”.

“El consumidor debe tener en cuenta que, cuando compra estos frutos tratados con esas sustancias que aquí están prohibidas, también está adquiriendo un artículo cuyo consumo puede afectar a su salud”, concluye.