Clavijo sobre las importaciones: ‘’Exigimos controles y no ser el mercado residual de Europa’’

En cuanto a la papa el consejero del sector primario, Narvay Quintero, ha señalado que los importadores buscan papas que ya están llegando, por lo que esperan que el mercado se reorganice próximamente

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Fernando Clavijo (c), Rafael Hernández (2d), Narvay Quintero (2i) y Roberto Rodríguez (i). / EFE - Ramón de la Rocha
Fernando Clavijo (c), Rafael Hernández (2d), Narvay Quintero (2i) y Roberto Rodríguez (i). / EFE - Ramón de la Rocha

La situacion del sector de la agricultura, al igual que la ganadería, sigue siendo critica. La competencia desleal con las importaciones, la mejora de la vigilancia en la entrada de mercancía a los puertos para evitar las plagas o la necesidad de agua son las principales demandas.

Ante esto el presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, ha afirmado la exigencia de controles para ‘’no ser el mercado residual de Europa’’, mientras que en lo que se refiere al agua ha señalado que es un problema ‘’necesario de resolver’’ y que requiere planificación junto a los cabildos y ayuntamientos. Además ha asegurado que quieren recuperar el convenio de obras hidráulicas de su pasada legislatura.

Se trata de unas declaraciones dadas durante una visita realizada este jueves a la Sociedad Agraria de Transformación (SAT) Izaña, que es la principal empresa productora de fresa del Archipiélago con una producción de unas 600 toneladas, ubicada en el municipio tinerfeño de Güímar. Acompañado del fundador y presidente de la SAT, Roberto Rodríguez, el consejero de Agricultura, Ganadería, Pesca y Soberanía Alimentaria del Gobierno de Canarias, Narvay Quintero, y Rafael Hernandez, el presidente de COAG Canarias, visitaron plantaciones de calabacín, calabazas, fresas y lechugas de dicha producción que cuenta con más de 40 años de antigüedad.  

‘’No se puede permitir quitar la normativa del 87’’

El presidente y fundador de la Sociedad Agraria, Roberto Rodríguez, expresaba que el sector ''estaba pasándolo mal'' debido a las importaciones y a las plagas, y de igual forma ha mencionado la necesidad del agua regenerada. Además insistía en que los agricultores de las Islas ''no pueden permitir'' que se quite la Orden de 12 de marzo de 1987 por la que se establecen para Canarias las normas fitosanitarias relativas a la importación, exportación y tránsito de vegetales y productos vegetales. ''Si nos quitan eso tendríamos que cerrar todas las explotaciones agrarias'', añadió. 

En cuanto a las plagas, en respuesta a Atlántico Hoy, Rodríguez consideró que durante esta campaña pasada de fresas sufrieron la aparición de una nueva plaga, algo que les cogió de sorpresa. ''Entre que buscas cómo paliarlo de forma adecuada, tienes que dejar de cultivar y tirar mucha fruta'', apuntó.

Convenio de obras hidráulicas y competencia en vigilancia

En cuanto a las quejas por la falta de agua, Fernando Clavijo ha asegurado que requiere planificación junto a los cabildos y ayuntamientos para ir compensando aquella escasez de infraestructura. En base a esto puso de manifesto que ''van a pelear'' por recuperar el convenio de obras hidráulicas. ''En nuestra anterior legislatura, el consejero Narvay Quintero firmó con el Gobierno nacional un convenio de obras hidráulicas que quedó reflejado en los presupuestos y representaba 900 millones de euros en 10 años, pero quedó truncado en 2019''. 

En lo que se refiere a la vigilancia de las plagas, Clavijo ha afirmado a este medio que quieren que las competencias de vigilancia en puertos pasen a la Comunidad Autónoma. ''Estamos hablando en algunas ocasiones de plagas que entran o que no se tienen los controles fitosanitorios necesarios, y al final pasa lo que está curriendo. Nosotros estamos en disposición para poner recursos''.

Por otro lado ha señalado que lo que teme el Gobierno canario es que en muchas ocasiones se esté utilizando la situación ''para presionar y extorxionar para que deroguemos la normativa del 87 que protege a Canarias y a las producciones locales, y por ahi no vamos a pasar''. A su vez insistió en que van a exigir controles ''para no ser siempre el mercado residual de Europa'' donde ''todo lo que venga a Canaria baje el precio y compita de forma desleal con la producción local''. 

Caso de las papas

En cuanto a las prohibiciones de las exportaciones de papa desde Inglaterra ante la plaga del escarabajo de Colorado, el consejero Narvay Quintero ha señalado que los importadores buscan papas que ya están llegando, por lo que esperan que el mercado se regule de nuevo. En este sentido, Quintero ha pedido al Gobierno de España que separe Inglaterra del resto de Reino Unido ‘’para poder traer papas de semillas’’.

Quintero también ha afirmado que esta situación del escarabajo debe servir para reflexionar y apostar por la agricultura y el producto local. ‘’Podríamos tener en un futuro una producción de papa para abastecer al 100% del mercado. Ya lo hacemos al 70%, pero hay que incentivarlo''. 

Además, ha añadido que ‘’no van a permitir que algunos importadores e interesados quieran manipular de alguna manera y extorsionar para quedarse con el mercado de Canarias, así como que pretendan retiremos esa orden del 87 que protege a las Islas de entrada de plagas que conducen a una merma económica y sanitaria’’. 

Un pago de producción equilibrado

Por su parte el presidente de COAG Canarias, Rafael Hernandez, agradecido por la reunión, ha recordado que el sector se encuentra en un contexto complejo en los últimos años no solo por la agricultura, sino por la ganadería. ''Cada vez se hace mas cuesta arriba, por lo que necesitamos herramientas y modificarlas para poder seguir produciendo, porque si algo necesitamos hoy en Canarias es la producción local''. En este sentido ha insistido en un nivel de soberanía alimentaria ''razonable'' para que pueda seguir creciendo la producción. ''Depender solo del comercio exterior nos lleva a que pase lo que ha ocurrido con otras producciones'', apuntó.

También ha resaltado la diferencia entre lo que cobra un agricultor y lo que paga un consumidor. ''Por cada euro que pagamos, el agricultor recibe 25 o 30 céntimos, y la comercialización se lleva 70 céntimos. No estamos diciendo que los consumidores paguen más, sino que se reparta mejor la tarta para que el principio de la cadena pueda cubrir como mínimo sus costes de producción'', resaltó Hernández. 

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