Los empresarios del transporte en Canarias miran recelosos el reciente acuerdo de compra de Naviera Armas Trasmediterránea por parte de la alicantina Baleària. "Como transportistas, cada vez que se unifican modos de transporte, sobre todo aéreos marítimos, nos preocupa de mucho. Somos islas, en este caso las mercancías y pasajeros también que se mueven por mar", explica a Atlántico Hoy Agustín Espino, presidente de la Federación de Empresarios del Transporte (FET) en Canarias.
"Cuando hay oferta unificada, todos sabemos lo que pasa: se encarecen los precios", dice Espino. Si Baleària termina haciéndose con el control de Naviera Armas (el acuerdo de adquisición todavía tiene que ser avalado por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia), se convertirá en una naviera de ámbito nacional (la más grande de España) con presencia en todos los flujos principales de cabotaje: conexiones en interinsulares en ambos archipiélagos, interconexión de estos con la Península, algunas rutas del Estrecho y todo el mar de Alborán.
Monopolio en algunas rutas
Esto es lo que preocupa a los transportistas canarios: una naviera de ámbito nacional con capacidad de imponer estándares de precio por su músulo territorial. Además, salvo que la CNMC obligue a eliminarlo, Baleària tiene vigente un acuerdo con Fred. Olsen para el tráfico de pasajeros y carga rodada entre la Península y Canarias. Esta ruta corre riesgo de caer en un monopolio.
"Vamos a estar muy pendientes, esperemos de que se valore quiénes somos y que Baleària tenga en cuenta cuáles son nuestras necesidades. Nos gustaría abordar el tema con el propio Gobierno de Canarias, a ver qué podemos hacer entre todo. Esperemos que todo funcione bien, pero soy suspicaz en ese terreno", detalla Espino.
Preferían a los empresarios canarios
Los transportistas canarios, que llevaban más de un año alertando del riesgo que suponía al suministro de bienes y mercancías entre islas que Naviera Armas hubiese recortado tantas rutas durante su proceso de reestructuración, habían puesto sus esperanzas en que la alianza entre Boluda y varios empresarios canarios lograse hacerse con la compañía. Tenían la idea de que esto permitiría que los nuevos dueños de Armas tuviesen sensibilidad y conocimiento sobre las necesidades específicas de la economía canaria en un territorio fragmentado.
"Veíamos esa oferta con muy buenos ojos (...). Decíamos siempre que a ver si Armas se convertía en un Binter marítimo", lamenta Agustín Espino. El presidente de los empresarios del transporte asegura que ahora mismo está todo en una fase muy temprana, pero que se mantendrán vigilantes y, si observan "distorsiones" en el mercado que les compliquen la operativa, tratarán de sentarse con Baleària o incluso buscarán el amparo del Gobierno de Canarias.
La compra
Baleària anunció el pasado lunes haber llegado a un acuerdo con los acreedores de Naviera Armas, que se habían convertido en propietarios de la compañía y buscaban venderla una vez saneada. Si la compra se materializase, el mercado canario se convertiría en un engranaje clave para Baleària en su plan de consolidación nacional e internacional, según ha afirmado la propia naviera.
En la empresa trabajan actualmente 1.500 trabajadores, a los que se sumarían los 1.500 de Naviera Armas Trasmediterránea y los 15 barcos de la compañía canaria. Según se ha filtrado, la oferta de Baleària por Armas podría situarse en torno a los 210 millones de euros.