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Perritos calientes de Casa Peter. /Redes

La Laguna, capital canaria del perrito caliente

En 1968, Peter, un joven danés de 26 años, inauguró su primer local de perritos calientes en La Milagrosa, tras haber trabajado en un quiosco en Gran Canaria junto a otros compatriotas

La tradición de comer perritos calientes en La Laguna no es uno más de los préstamos yanquis como Halloween o Santa Claus. En la ciudad de Aguere, "los perritos son algo muy canario", cuenta Marcos, el dueño de uno de las instituciones de este bocado en la ciudad: Perritos La Concepción

No es baladí hablar de tradición: durante décadas se han sucedido los locales que, con más o menos fortuna, se han dedicado al arte del hot dog en la ciudad. Recientemente, la nieta del dueño de Loro Parque, Cybell Kiessling, ha abierto Salxicha, un establecimiento de perritos que denomina como gourmet. ¿Por qué florecen los establecimientos de perritos en La Laguna?

Historia

Todo empezó hace casi 80 años. En 1968, Peter Larsen, un joven danés de 26 años, inauguró su primer local de perritos calientes en la calle San Agustín, tras haber ganado fama vendiéndolos con un carrito cerca de la playa de Las Canteras, en Gran Canaria. Su establecimiento, conocido como Casa Peter, se convirtió rápidamente en referente gastronómico y local de encuentro de jóvenes y no tan jóvenes de la ciudad.

La popularidad de Casa Peter abrió entonces un universo culinario en la ciudad y empezaron a surgir restaurantes de perritos, consiguiendo que este producto de comida rápida, muy asociado a Estados Unidos (gracias al cine de Hollywood) acabara siendo emblema de este histórico municipio canario.

Los 90: Italneve

"El que más recuerdo es Italneve, estaba en La Carrera, al lado de Discos Manzana", dice Patricia, ciudadana de La Laguna. Muchas personas recuerdan con cariño este establecimiento mítico de los años 90, que también era heladería, y "tenía varios perritos distintos, cada uno tenía el nombre de una raza de perro".

Por ejemplo, algunas personas recuerdan que el Chihuahua llevaba jalapeños o que el Gran danés se hacía con un pan más grande de lo normal. "Italneve fue el segundo que abrió, después de Peter", dice Marcos, de La Concepción. 

Otros también lo intentaron y perviven (solo) en los corazones de los laguneros: "El Melania, que estaba en la Milagrosa", dice Javier, o  "Las Cañadas, que tenía un Teide enorme en la entrada", añade Patricia.

Pocos cambios

Pero si alguno mantiene, mano a mano con Casa Peter, la responsabilidad de mantener a La Laguna en el podio (si es que existe) de ciudades del perrito caliente, es La Concepción, con un puesto en la plaza que le da nombre y otro en la Avenida Trinidad. Lleva más de tres décadas ofreciendo "el mismo perrito", dice su dueño. "Hemos hecho muy pocos cambios, cuando quebró Panrico cambiamos de pan y desde hace unos años ofrecemos un perito vegano"

De resto, todo en La Concepción sigue igual, sobre todo la característica salchicha roja, seña que comparten también con Casa Peter: "Es la misma receta de siempre, la de la empresa ARNE". Se trata de una empresacon sede en Gran Canaria dedicada a los productos cárnicos, pero de origen danés, como Peter. "La gente de la península flipa con el color", dice. 

La Concepción abrió hace 30 años "gracias al esfuerzo de mi madre" dice Marcos. Ahora lo lleva él, que lleva trabajando desde que era prácticamente un niño, siguiendo el mismo lema con el que su progenitora llevaba el negocio antes de jubilarse: "Limpieza, antendimiento y orden". 

Competencia y ránkings

"Claro que nos afecta la competencia, si abren uno nuevo, la gente deja de hacer cola para ir allí", dice Marcos que confía en la calidad de su producto para manternerse. Pero además de la suerte, son las recomendaciones, el boca-oído, lo que hacen que unos triunfen y otros no. Y aquí desempeñan un papel muy especial las plataformas de claseificación en Internet. 

En las consultadas, el decano de los perritos también es el que sigue cosechando el mayor cariño de los consumidores y las mayores puntuaciones. Sin embargo, y por eso de ser iuna institución, también cosecha críticas y decepciones: desde el repetido “ya no son como antes”, que no termina de decir nada, hasta el más concreto “necesita un lavado de cara en limpieza y servicio”, posiblemente refiriéndose a lo que reflejan otras quejas sobre la tardanza habitual al servir, al “cada vez estan más caros”. 

Muy de cerca le sigue Perritos La Concepción, cuyas opiniones son algo más homogéneas y agradecen en muchas ocasiones su carácter de puesto callejero, donde recoger algo para picar y comerlo en la calle cuando aprieta el hambre (o el vicio). Completa el trío ganador Mi perrito, que además del local del centro de La Laguna se ha expandido a otras ubicaciones. El grupo celebraba en diciembre los 17 años en pie, en publicaciones de sus redes sociales

Hoy en día es normal ver a gente paseando mientras hace malabares para no mancharse la ropa de las salsas del perrito. Desde la llegada de Peter en los años 60 hasta la actualidad, la pasión por este plato no ha parado y se han convertido en una parte esencial de la identidad lagunera.