Las viviendas vacacionales ya no son cosa solo de las zonas más turísticas o cercanas a la playa. Este tipo de alojamientos se ha extendido por casi toda Las Palmas de Gran Canaria, incluidos muchos barrios periféricos y residenciales donde hasta hace poco la presencia de turistas era mínima o inexistente.
Es así que se pueden encontrar carteles de Vv en barrios como El Batán o El Lasso, con ocho y cuatro alquileres turísticos, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Ya casi ninguno se libra.
Barrios no turísticos
En la capital grancanaria, la zona Isleta-Puerto-Guanarteme es la que cuenta con más número de viviendas vacacionales, alrededor de 2.000. Algo que —- aunque preocupante — no es de extrañar por su cercanía a la playa de Las Canteras.
No obstante, la realidad es que todos los distritos de la ciudad tienen presencia de alquileres turísticos. Por ejemplo, en el distrito Vegueta-Cono Sur-Tafira, que cuenta con 272 viviendas, más allá del casco antiguo, clave en el turismo, barrios alejados de las rutas habituales de los visitantes también prestan alojamientos, desde Vega de San José (11), Zárate (5) o San Cristóbal (11). Incluso lugares muy residenciales, como Pedro Hidalgo (2), Marzagán (2) o Los Hoyos (8), comienzan a aparecer en el mapa.

En todos los distritos
En Ciudad Alta, donde la vida diaria marca más el ritmo que el turismo, se contabilizan 169 viviendas vacacionales. Destacan Escaleritas (42), Las Torres (41) y Las Rehoyas (18), pero la oferta se reparte por casi todos los barrios del distrito, con presencia incluso en zonas tan de “vecindad de toda la vida” como Schamann (16) o San Antonio (19).
Algo parecido ocurre en Tamaraceite-San Lorenzo-Tenoya, que suma 54 alojamientos turísticos. Hay viviendas de este tipo en Tamaraceite (7), San Lorenzo (6), Almatriche (5), Hoya Andrea (6) o Costa Ayala (3).
Y aunque son cifras mucho más pequeñas que en la zona centro, la imagen es clara: el alojamiento vacacional ya está llegando a lugares donde hace unos años habría sido impensable.
Gestión de las viviendas vacacionales
Aun así, todavía quedan barrios sin ninguna vivienda vacacional registrada, como Jinámar, Tres Palmas, El Fondillo, La Montañeta/San Francisco de Paula o La Paterna. Pero la tendencia general apunta a una expansión que no distingue entre zonas turísticas y barrios de periferia.
Esto supone una realidad que vuelve a poner sobre la mesa el debate sobre cómo afecta este crecimiento a la convivencia, al precio de la vivienda y al día a día de los vecinos y vecinas. Entre críticas y solicitudes de replanteamiento, queda a la espera ver si la Ley de Vivienda Vacacional aprobada por el Parlamento de Canarias gestiona la situación que atraviesa a los municipios canarios.