Aspecto actual de la réplica de la carabela 'La Niña', dos años después de haber sufrido un incendio. / AH
Aspecto actual de la réplica de la carabela 'La Niña', dos años después de haber sufrido un incendio. / AH

Carbonizada y refugio para sintecho: así está la réplica de La Niña dos años después de incendiarse

La réplica de La Niña III, incendiada en 2023, permanece ocupada y rodeada de basura en el parque Santa Catalina, sin que las administraciones hayan aclarado aún si será restaurada, retirada o simplemente abandonada

Alberto Ley

La imagen es desoladora: restos carbonizados, colchones tirados, ropa colgada en las vallas y basura acumulada en el corazón turístico de Las Palmas de Gran Canaria. Es el estado en el que permanece la réplica de La Niña III, más de dos años después del incendio que la redujo a una estructura calcinada.

La carabela, que simboliza el paso de Cristóbal Colón por la capital grancanaria en su primer, tercer y cuarto viaje a América, permanece olvidada en la trasera del Parque Santa Catalina, justo frente al Museo Elder, a la vista de los cruceristas que desembarcan cada semana.

Una réplica con historia

Construida en 1992 en Galicia bajo las directrices del capitán Carlos Etayo, la embarcación fue parte de la conmemoración del V Centenario del Descubrimiento. Desde Palos de la Frontera, navegó hasta Gran Canaria y zarpó hacia la República Dominicana. En el año 2000 regresó al Archipiélago para quedarse.

El Cabildo de Gran Canaria, el Patronato de Turismo y la Fundación Mapfre adquirieron la réplica por 15 millones de pesetas. Desde entonces ha sido expuesta en distintos puntos de la ciudad, hasta acabar en su actual emplazamiento, un foso acondicionado junto al parque, donde ardió el 23 de mayo de 2023.

Ocupación, basura y riesgo

Lo que fue un atractivo cultural hoy es un refugio improvisado para personas sin hogar. Según vecinos y partidos de la oposición, hay al menos tres colchones, un toldo usado como chabola y restos que suponen un riesgo de incendio. “Es una imagen de abandono, precariedad y vergüenza”, denuncia el portavoz de Coalición Canaria en el Ayuntamiento, David Suárez.

Santa Catalina no solo es historia y cultura, es también uno de los lugares donde más eventos se desarrollan a lo largo del año”, recuerda Suárez. “Que la réplica de La Niña III esté reducida a ruinas, colchones y basura, a escasos metros de un museo y en pleno corazón turístico, es un fracaso que tiene nombres y apellidos”.

colchones en la replica de La Niña
Varias personas pernoctan en los restos de la réplica de 'La Niña', en pleno corazón de Santa Catalina.

Gestiones sin efecto

Aunque la réplica pertenece al Cabildo, su gestión depende del área de Urbanismo del Ayuntamiento. En mayo de 2025, el Consistorio aseguraba a La Provincia que se estaban llevando a cabo “gestiones oportunas para su recuperación parcial o rehabilitación completa”.

Sin embargo, Atlántico Hoy desveló hace más de un año que los informes técnicos la daban por irrecuperable. Solo podrían salvarse los mástiles, lo que descarta de facto cualquier posibilidad de rehabilitación.

Valla inútil, silencio institucional

El vallado perimetral no impide el acceso al interior de la estructura, según denuncian residentes de la zona. “Las vallas se han convertido en tendederos improvisados”, cuentan. Coalición Canaria reclama al Ayuntamiento que, si no va a restaurar la carabela, retire los escombros, limpie la zona y coloque un cerramiento efectivo.

Si no tienen intención de restaurarla o reponerla, lo mínimo que pueden hacer es garantizar la salubridad, la seguridad y la dignidad urbana en ese entorno”, subraya Suárez. También denuncia que el espacio, ahora ocupado por personas sin hogar, “es un ejemplo más de la falta de un dispositivo eficaz de atención nocturna en la ciudad”.

¿Qué va a pasar con La Niña?

La réplica de La Niña III sigue donde ardió, sin hoja de ruta oficial ni respuestas públicas sobre su futuro. Ni retirada, ni sustitución, ni restauración. En su lugar, un silencio institucional que se prolonga ya 25 meses, mientras los miles de cruceristas que llegan cada año a la ciudad bordean una estructura calcinada y los vecinos observan el deterioro día tras día.

Este medio ha intentado contactar con el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria para conocer su posición actual sobre este asunto, sin haber obtenido respuesta hasta el momento.