Comunidad musulmana de Santa Cruz de Tenerife celebra la festividad Aíd al-Adha, conocida en castellano como la fiesta del cordero, en el campo de fútbol del barrio de García Escámez./ CEDIDA
Comunidad musulmana de Santa Cruz de Tenerife celebra la festividad Aíd al-Adha, conocida en castellano como la fiesta del cordero, en el campo de fútbol del barrio de García Escámez./ CEDIDA

Ni Fiesta del Cordero, ni Halloween: Vox propone prohibir celebraciones “foráneas” en Canarias

El Grupo Parlamentario Vox ha presentado al Parlamento de Canarias una proposición no de ley con la intención de prohibir que se celebren en la comunidad autónoma fiestas “foráneas”

“España es una nación forjada sobre los fundamentos de la filosofía griega, el derecho romano y la civilización cristiana”. Con esta frase se inicia la proposición no de ley que el Grupo Parlamentario Vox ha presentado al Parlamento de Canarias con la intención de prohibir que se celebren en la comunidad autónoma fiestas “foráneas”. 

La propuesta solo hace alusión a una celebración, la Fiesta del Cordero, un festejo musulmán, aunque piden que se “impida” la “consolidación de prácticas culturales foráneas”, lo que incluiría otras formas de celebración como Halloween, el Año Nuevo Chino o el Holy indio y que de alguna forma u otra están cada vez más presentes en la cultura española. 

Prohibir otras celebraciones

En concreto, Vox plantea que la Cámara regional exija tanto al Gobierno central como al autonómico a prohibir esta celebración “u otras conmemoraciones similares ajenas a nuestras tradiciones, por tratarse de prácticas incompatibles con la identidad y usos y costumbres de la nación española”. 

También quieren que el pleno exprese su “rechazo a la realización de dicha conmemoración en espacios públicos autonómicos, por tratarse de una práctica cultural ajena a España”. Además, promueven que “las autoridades componentes” impidan “la consolidación de prácticas culturales foráneas que no forman parte de la tradición española y que inciden sobre la cohesión social, generando tensiones y conflictos internos, desarraigo y erosión de la identidad nacional”. 

Un fiel entra en la mezquita de Santa Cruz. / ATLÁNTICO HOY
Un fiel entra en la mezquita de Santa Cruz. / ATLÁNTICO HOY

Sin fecha de votación

De momento, la proposición no tiene fecha para su votación en el parlamento. El grupo la presentó el pasado 9 de junio pero de momento no se ha incluido en el orden del día del pleno porque, según explican desde la Cámara, el grupo político pasarla a comisión y está pendiente de su escrito. 

La proposición de Vox en realidad no hace alusión a otras festividades de otras culturas, solo nombra “determinados ritos y celebraciones importadas, como la conocida como Fiesta del cordero”, que apuntan que “resultan completamente ajenas a los usos y costumbres que han configurado nuestra identidad nacional de forma continuada”. 

Esta fiesta es una de las celebraciones más importantes del islam. Conmemora la obediencia del profeta Ibrahim a Dios, quien estuvo dispuesto a sacrificar a su hijo como prueba de fe, aunque finalmente Dios le permitió ofrecer un carnero en su lugar. 

Raíz judeocristiana

Hay que tener en cuenta que esta misma escena se narra en el Génesis de la Biblia, cuando Abraham se mostró dispuesto a sacrificar a su hijo Isaac como prueba de obediencia a Dios. Es decir, que al menos el motivo de la celebración también forma parte de la tradición judeocristiana. 

Pese a esta raíz, desde Vox valoran que esta celebración “implica el sacrificio masivo de animales como parte del ritual de una confesión sin notorio arraigo en España, que nada tiene que ver con nuestra historia ni con nuestras festividades”. Incluso llegan a considerar que “su desarrollo en suelo español no solo representa un retroceso cultural, sino también un agravio comparativo hacia quienes conservan las tradiciones españolas como una contribución preciosa a la vida espiritual de la sociedad”. 

Celebración en auge

En Canarias, el aumento de la población musulmana ha hecho que esta celebración sea más visible. La comunidad musulmana de Santa Cruz de Tenerife celebró la última fiesta del Cordero en el campo de fútbol del barrio García Escámez, ya que la mezquita actual es demasiado pequeña para acoger el número de fieles. 

Para el partido de ultraderecha “es particularmente alarmante” que este festejo “cuente con la colaboración activa o pasiva de las administraciones públicas”. Su argumentación es puramente cultural, ya que no hacen alusiones más allá de “la erosión consciente de nuestro legado”, que para Vox implica una “rendición cultural”. 

Lo que dice la Constitución

Esa visión se repite a lo largo de la proposición sin incorporar más argumentos más allá de la idea de la identidad nacional. De hecho hacen puntualizaciones a medias como la relativa a la frase del preámbulo de la Constitución. En la proposición solo recogen que el texto dice que “la Nación española [...] en uso de su soberanía, proclama su voluntad de [...] proteger a todos los españoles y […] sus culturas y tradiciones”. 

Se obvia en esta frase parte de lo que legitima realmente que se celebren estas  festividades. Lo que dice el preámbulo es que: “La Nación española, deseando establecer la justicia, la libertad y la seguridad y promover el bien de cuantos la integran, en uso de su soberanía, proclama su voluntad de [...] proteger a todos los españoles y pueblos de España en el ejercicio de los derechos humanos, sus culturas y tradiciones, lenguas e instituciones”. 

Relaciones pacíficas frente al ataque

De hecho, otra de la voluntad de la Constitución es la de “colaborar en el fortalecimiento de unas relaciones pacíficas y de eficaz cooperación entre todos los pueblos de la Tierra” e incluso el “promover el progreso de la cultura y de la economía para asegurar a todos una digna calidad de vida”. 

Pese a estas palabras, que son la esencia de la legislación española, para Vox, “el principio de Estado de Derecho garantiza que sea soberana la ley y no la voluntad arbitraria de una minoría, la cual, no lo olvidemos, tiene la obligación de respetar el patrimonio material y espiritual del país que la acoge”.