“Creo que si esto fuese Reino Unido, no habría tantos ingleses como aquí”, comenta un hombre a su pareja mientras intenta abrirse paso entre un voluminoso grupo de turistas que escuchan, con atención, las explicaciones que ofrece un guía en la misma puerta de la Recova de Nuestra Señora de África.
Flanquear el arco de entrada a la Recova supone dejarse embriagar por una mezcla de aromas que van desde el característico de la fruta hasta el propio de las hierbas aromáticas, asaltado, a veces, por el perfume que desprende el pan recién hecho. Sin duda, olores con significado propio en cualquier idioma. El mercado cuenta con 280 puestos que se extienden en torno a dos patios centrales, diáfanos y bien ventilado.
Visitas turísticas
Alemanes, ingleses, franceses…, turistas de cualquier nacionalidad visitan el mercado buscando la identidad única del mismo, oteando entre los distintos puestos las exquisiteces que se ofrecen y adquiriendo todo aquello que su paladar demande.
“Nuestro mercado es único”, enfatiza la presidenta del recinto, Estefanía Hernández, quien, en declaraciones a Atlántico Hoy, se deshace en elogios hacia lo que representa cada uno de los puestos. “Aquí viene mucho turista buscando lo que no ven en otros lugares y, además, es un espacio cómodo y habitual para nuestra clientela”, añade.
Impulso del Gobierno
Hace unos días el vicepresidente del Ejecutivo autonómico, Manuel Domínguez, anunció una importante partida económica de 4,1 millones de euros para dar impulso a los mercados tradicionales y convertirlos en centros de atracción turística y foco de experiencias para el comercio y la gastronomía.
Al respecto,Hernández comenta que ha pedido una reunión personal con Domínguez para que le aclare cuáles son las intenciones, advirtiendo que “no vamos a permitir que intenten convertir el mercado Nuestra Señora de África en un gastromercado”.
Mercado tradicional
“No sabemos qué quieren hacer. El mercado tradicional tiene que seguir siendo tradicional. El invento este de mercados gastronómicos lo desechamos. Se puede dar ese servicio, pero con equilibrio”, explica, pero matiza que “no puede ser que vayan convirtiendo todo en gastromercados”.
Apunta que la fórmula que se va desarrollando en distintos mercados de la diferente geografía canaria y nacional “espanta no solo a la clientela tradicional sino también al propio turista que quiere ver lo que nos diferencia, no quiere ver lo mismo que ve en todas partes”.
Lo que si pide la presidenta de la cooperativa es que se cumpla con el plan de obras y con la planta de reciclaje que se había planificado para mejorar las instalaciones, sus aledaños y el propio reciclaje de la basura, lo que redundaría también en la disminución de la Tasa de Basura.