Canarias ha incorporado por primera vez un exoesqueleto pediátrico para rehabilitación infantil, un equipamiento pionero que permitirá mejorar la atención a niños y niñas con problemas neuromotores. El presidente del Gobierno autonómico, Fernando Clavijo, y la consejera de Sanidad, Esther Monzón, han asistido este lunes a la presentación del dispositivo en el Complejo Hospitalario Universitario Insular-Materno Infantil.
El equipo presentado es el exoesqueleto pediátrico ATLAS 2030, el primero de este tipo en el archipiélago, indicado para menores con trastornos motores derivados de parálisis cerebral o enfermedades neuromusculares, como la atrofia muscular espinal. La adquisición ha supuesto una inversión de 247.000 euros, financiada con fondos europeos Next Generation.
Tecnología pionera en rehabilitación
El ATLAS 2030 es un dispositivo robótico que permite la bipedestación y la marcha en niños con discapacidad motora. Cuenta con ocho articulaciones activas que aportan movilidad a los miembros inferiores y sostiene al paciente desde el tronco hasta los pies, sin necesidad de que tenga control torácico. Además, puede adaptarse al crecimiento del menor y completarse con un sistema de sujeción de la cabeza.
El sistema incorpora un marco auxiliar que garantiza la seguridad del paciente y facilita la interacción directa entre terapeuta y menor. El exoesqueleto interpreta de forma no invasiva la intención de movimiento del niño y responde en cada paso, aunque también puede utilizarse en modo pasivo para generar patrones de marcha personalizados.
Beneficios físicos y emocionales
La terapia con exoesqueleto pediátrico favorece la movilidad, la interacción y la autonomía de los menores, al tiempo que permite un entrenamiento intensivo y repetitivo adaptado a cada caso. Según destaca el Gobierno de Canarias, este tipo de rehabilitación contribuye a mejorar la fuerza muscular, la estabilidad y el bienestar psicológico y emocional de los pacientes, además de retrasar complicaciones asociadas a la inmovilización, como contracturas u osteoporosis.
El uso del dispositivo está dirigido a población infantil que cumpla determinados criterios clínicos y antropométricos, como una estatura aproximada de 0,90 a 1,40 metros, un peso inferior a 35 kilos y un grado concreto de movilidad articular. La parálisis cerebral es la causa más común de discapacidad motora crónica en la infancia, mientras que la atrofia muscular espinal afecta aproximadamente a uno de cada 10.000 recién nacidos en España.
Tras la adquisición del exoesqueleto y la formación específica de fisioterapeutas de la sección de Rehabilitación Infantil, el complejo hospitalario ha puesto en marcha programas personalizados de reeducación de la marcha y la bipedestación. Estos tratamientos se desarrollan de forma complementaria a otras terapias y requieren un equipo multidisciplinar y el consenso con las familias para fijar objetivos y evaluar los progresos de cada menor