Comisiones Obreras solo ve aspectos positivos en la reducción de la jornada laboral a cuatro días

Desde el sindicato ven positivo reducir la jornada de trabajo 32 horas semanales sin disminuir el sueldo de los empleados

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Desde CCOO entienden que se da la situación ideal para llevar a cabo este cambio en la jornada laboral. / UNPLASH
Desde CCOO entienden que se da la situación ideal para llevar a cabo este cambio en la jornada laboral. / UNPLASH

Hace apenas un año se debatía sobre concentrar la jornada laboral en cuatro días —las 40 horas semanales— y en Comisiones Obreras (CCOO) se opusieron rotundamente. “Esto no iba a mejorar la calidad de vida de las personas trabajadoras, es más, iba a tener un impacto negativo en su seguridad, salud e iba a expulsar a muchas mujeres del mercado de trabajo porque conciliar iba a ser imposible”, explica Esther Martín, secretaria de Acción Sindical e Igualdad del sindicato. “Pero esta propuesta de reducir la jornada de trabajo a esas 32 horas a la semana sin que haya una merma del salario, lo vemos totalmente positivo”. 

Desde CCOO entienden que se da la situación ideal para llevar a cabo este cambio gracias a la era de la automatización y los procesos de digitalización. De hecho, ya en Reino Unido esto es una realidad donde la mayoría de las empresas que participaron en un proyecto piloto para reducir la jornada semanal a cuatro días la han mantenido al finalizar el experimento. “Han visto que tienen personas trabajadoras más felices porque pueden conciliar su vida profesional con la vida personal, que la productividad aumenta considerablemente y se dejan de realizar trayectos innecesarios reduciendo el impacto en el medioambiente”, expone la sindicalista. 

Sector por sector, empresa por empresa

Martín cree que esta iniciativa tendría el apoyo político necesario para poder convertirse en una realidad. “De hecho el propio Gobierno ha puesto un proyecto piloto en práctica subvencionando a empresas que quieran adaptar su jornada de trabajo a cuatro días”. En diciembre de 2022, se publicó en el Boletín Oficial del Estado (BOE) el primer proyecto piloto en todo el país para probar la semana laboral de cuatro días. Impulsado por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo abrió un concurso para que pymes del sector industrial se postulen para percibir ayudas de hasta 200.000 euros si se comprometen a implantar dicha modalidad organizativa durante un plazo de dos años.

El trabajo que esto llevaría es innegable porque, según Martín, habría que ir sector por sector y empresa por empresa para conocer las particularidades de cada uno. “Sobre todo para Canarias donde el sector turístico supone el 40% del PIB de forma directa y en donde tendríamos que negociar, dialogar e intentar llegar a acuerdos para poder aplicarlo. Pero sinceramente, debe ser una realidad que España, y por ende Canarias, se adapten a las relaciones laborales del siglo XXI y a las nuevas formas de trabajo”. 

Consenso

Ya los sindicatos, las patronales y el gobierno tienen experiencia a la hora de sentarse a dialogar y encontrar el consenso. Lo hicieron para la Reforma Laboral y CCOO espera que lo hagan ahora para este tema. Aunque, “teniendo en cuenta que estamos ya inmersos en una precampaña electoral donde da la sensación de que las patronales no están queriendo llegar a acuerdos, lo que nos preocupa aún más es que no se sienten a negociar dentro de las mesas del diálogo social”. Martín cree que, ya por responsabilidad, “tendríamos que poder seguir llegando a acuerdos que mejoren la rentabilidad de las empresas y las condiciones de trabajo de sus empleados. No podemos olvidarnos que, más allá de trabajadores, también somos personas con vidas individuales y tenemos que intentar encontrar un equilibrio”. 

Para la sindicalista es necesario “perder el miedo al diálogo colectivo, a llegar a consensos porque ya existen experiencias en nuestro país que han sido positivas” —aunque también menciona otras como la de Telefónica, donde se reducía la jornada laboral pero también el sueldo, algo que fue rechazado por los trabajadores—. “No hay que renunciar a tener las relaciones laborales que merecemos porque tenemos jornadas de trabajo maratonianas donde la productividad brilla por su ausencia. Estamos cansados física y mentalmente porque tenemos que hacer malabares para poder conciliar”, concluye Esther Martín.