Imágenes orientativas del proyecto del Parque inundable de la Vega. /Ayuntamiento de La Laguna
Imágenes orientativas del proyecto del Parque inundable de la Vega. /Ayuntamiento de La Laguna

Dejar que se inunde: la solución de La Laguna para evitar catástrofes si viene una DANA

Históricamente, la ciudad se asentó sobre una laguna natural que drenaba las aguas de los valles circundantes. Con el crecimiento urbano, estas áreas fueron ocupadas, aumentando el riesgo de inundaciones

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La DANA que se instaló en Canarias durante el fin de semana de Carnaval dejó nieve en el Teide (Tenerife) y en el Roque de los Muchachos (La Palma), así como una lluvia generalizada, fenómenos por los que la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) había activado alertas en Gran Canaria, La Palma, La Gomera, El Hierro y Tenerife

Las precipitaciones abundantes tuvieron consecuencias tanto en Tenerife como en Gran Canaria. En el municipio de Telde, la lluvia desbordó cauces de barrancos y arrastró vehículos, mientras que los bomberos tuvieron que intervenir en cuatro viviendas inundadas en La Laguna, y unas cien personas quedaron atrapadas en un Mercadona anegado en Güímar.

Gota fría

La DANA, conocida también como Gota Fría, es un fenómeno que significa y puestas en las portadas nacionales por la triste catástrofe ocurrida en la Comunidad Valenciana el pasado otoño, no son fenómenos exclusivos de la península.

Y la urbanización en zonas inundables, como barrancos, ha sido un problema recurrente tanto en en el Archipiélago como fuera de él. En Tenerife, todos recuerdan la tragedia de Santa Cruz en 2002, cuando un episodio similar dejó ocho fallecidos, 12 desaparecidos y 400 viviendas dañadas.

Respetar la voluntad del agua

Una estrategia efectiva para evitar las consecuencias de las inundaciones es, precisamente, dejar que zonas concretas se inunden, y de esto sabe mucho la ciudad de La Laguna. Históricamente, la ciudad se asentó sobre una laguna natural que drenaba las aguas de los valles circundantes. Con el crecimiento urbano, estas áreas fueron ocupadas, aumentando el riesgo de inundaciones en eventos meteorológicos extremos.

Así que tuvieron que tomarse cartas en el asunto y respetar la tendencia natural de esta zona a acumular agua para evitar males mayores. Por eso hay un solar extenso justo en la zona centro del municipio sin edificar, en el que las plantas crecen a sus anchas, diseñada para absorber el exceso de agua en caso de lluvias intensas: el Parque inundable de La Laguna. 

Dos réplicas

Y el Consistorio pretende replicar esta estrategia en dos zonas más del municipio, según recoge el Modelo de desarrollo sostenible y plan de acción para el presente y futuro de las políticas territoriales del municipio de San Cristóbal de La Laguna que el consistorio ha desarrollado y que servirá de base para el nuevo Plan General de Ordenación.

Estos otros puntos con alto nivel de riesgo de inundación son la zona norte del parque de la Vega, a lo largo del camino de las Peras, o sobre el actual parking de las Quinteras (el parque de MUVISA, detrás del antiguo mercado), junto al Barranco de la Carnicería.

Imágenes orientativas del proyecto del Parque inundable de la Vega. /Ayuntamiento de La Laguna
Imágenes orientativas del proyecto del Parque inundable de la Vega. /Ayuntamiento de La Laguna

"La creación de este tipo de infraestructuras verdes tiene una potencialidad triple al crear espacios de recreación e interacción social, mejorar la calidad ambiental del entorno al proporcionar de espacios verdes y biodiversidad, y finalmente cumplir la función de sumidero ante las lluvias torrenciales que se prevén en el futuro", dice el Ayuntamiento. 

Azudes, canales y vegetación

Entre las soluciones planteadas se encuentran la creación de azudes o pequeñas represas en los cauces de los barrancos, que permiten regular el flujo de agua, reduciendo la fuerza del caudal; o la construcción de un canal que desvíe el agua hacia una cuenca menos poblada. 

El plan también contempla la implementación de franjas verdes con vegetación densa y trincheras de absorción para reducir la velocidad del agua en laderas y zonas de escorrentía. El Consistorio defiende que estas medidas no solo ayudan a mitigar el impacto de las lluvias, sino que también favorecen la conservación del suelo y la biodiversidad local.