El desabastecimiento de papas en Canarias está haciendo saltar todas las alarmas en las casas y en los restaurantes. El pasado viernes, Atlántico Hoy adelantó que la prohibición del Ministerio de Agricultura de importar papas de Inglaterra por una plaga de larvas de escarabajo que podría amenazar a los cultivos españoles iba a provocar a partir del lunes un desabastecimiento general en el Archipiélago.
Canarias es, de largo, la Comunidad Autónoma donde más papas per cápita se consumen. Según aseguró la semana pasada Juan Luis Pulido, presidente de la Asociación de Importadores de Papas de Gran Canaria (ADIPA), a Atlántico Hoy, en el Archipiélago se consumen "tres millones de kilos de papas todas las semanas".
Más demanda que oferta en Canarias
Anualmente, esta cifra alcanza los 150 millones de kilos, pero "tan solo el 34% son de las islas y aquí producimos como mucho 40 millones de kilos al año”, añade Pulido. En esta tesitura, es normal que alguno se eche a temblar por la posibilidad de perder un ingrediente tan socorrido.
Pero hay un plato muy popular y muy canario que, de momento, no está en riesgo: las papas locas. La razón es sencilla, la mayoría de locales que sirven estas combinaciones hace tiempo que dejaron de utilizar papa natural y, para sacar rápidamente tantos platos, utilizan papas congeladas para freír.
Las papas locas, a salvo
Atlántico Hoy se ha trasladado a La Laguna para visitar dos de los establecimientos donde las papas locas son más típicas: Hamburguesería Ruby y Hamburguesería Lili, que antaño eran la misma empresa (Lili) pero los socios terminaron por separar sus negocios. Si algo es característico de ambos restaurantes, son sus enormes bandejas de papas locas que podrían alimentar a un equipo entero.
"Aquí utilizamos papas congeladas", afirman a Atlántico Hoy desde Hamburguesería Ruby. Más de lo mismo en Lili. Su dueño explica personalmente a este medio que en su sector la mayoría de locales utilizan papas congeladas y que, de momento, no han subido de precio como efecto colateral del desabastecimiento de las naturales.
"Mi proveedor me las sigue vendiendo al mismo coste y no me ha dicho que vaya a subir", ha afirmado, aunque no descarta que el producto se pueda encarecer si la demanda crece. Lo bueno de estas papas congeladas es que no vienen de Reino Unido y se produjeron hace tiempo. "A mi me las traen de Alemania", explica el dueño de Hamburguesería Lili a este periódico.