En las cálidas —o muy calurosas— noches de verano, pocas cosas resultan tan agradables como compartir una comida fresca, sencilla y cargada de sabor. Muchas comidas se convierten en aliadas perfectas para esos momentos en los que buscamos algo ligero, pero sin renunciar a la identidad gastronómica.
En Canarias, la creatividad culinaria aprovecha los productos locales para dar lugar a combinaciones únicas que, además de deliciosas, son muy fáciles de preparar.
Un plato veraniego
El plato en cuestión es la ensalada de papas arrugadas, una propuesta que fusiona lo mejor de la tradición con la frescura de una comida fría. Perfecta para cenas en familia, reuniones con amigos o incluso para llevar a la playa, esta receta mantiene intacto el sabor de uno de los símbolos gastronómicos del Archipiélago.
Además, no requiere habilidades culinarias avanzadas ni largas horas en la cocina, lo que la convierte en una opción accesible para cualquier persona.
Ingredientes necesarios
Para elaborar esta ensalada canaria solo se necesitan cinco ingredientes básicos: papas arrugadas peladas, atún, pimiento, huevo duro y aceite, con el toque final de un poco de mojo verde que realza el sabor.
Las papas arrugadas son el corazón de la receta y pueden prepararse previamente para ahorrar tiempo. El resto de ingredientes se incorporan en frío, logrando un plato equilibrado y muy sabroso.
Cómo disfrutarla
Lo ideal es servir esta ensalada de papas arrugadas bien fría, acompañada con cualquier otro plato que te guste o, incluso, sola. Su versatilidad permite que encaje tanto en un menú informal como en una cena más cuidada.
El mojo verde, elaborado con cilantro, ajo y aceite, le da el toque final para conquistar a cualquiera que la pruebe. Un ejemplo perfecto de cómo la cocina canaria puede adaptarse a las necesidades de un verano ligero, pero lleno de sabor.