El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria está a la espera de que la panadería presente la solicitud de legalización de su actividad, necesaria para poder seguir funcionando como punto de venta
La catalogación del Cabildo obliga a conservar intacta la estructura del local y limita cualquier reforma, una situación que evidencia el choque entre la protección patrimonial y sacar las actividades industriales de las zonas residenciales