Adeje no consigue que la Justicia levante la suspensión cautelar de Cuna del Alma

El Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) ha desestimado la petición del ayuntamiento por considerar que sigue amenazada la 'viborina triste', una planta protegida

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Obras de Cuna del Alma y una planta viborina triste./
Obras de Cuna del Alma y una planta viborina triste./

El Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) ha desestimado la petición del Ayuntamiento de Adeje de levantar la suspensión cautelar que pesa sobre las obras del proyecto Cuna del Alma dictada por el Gobierno de Canarias al considerar que reanudar las obras causar daños "irreparables" en la vegetación de viborina triste, una planta protegida, que se encuentra dentro del ámbito de desarrollo del proyecto.

El tribunal considera también que, según la información bibliográfica obrante en el Servicio de Biodiversidad de la Consejería Consejería de Transición Ecológica, Lucha contra el Cambio Climático y Planificación Territorial, hay constancia de más de 65 especies protegidas que hacen algún uso del territorio dentro del proyecto.

Ante la solicitud de Atlántico Hoy, la empresa promotora ha declinado hacer declaraciones al respecto.

Sin análisis ni estudios

A ello se añade que no hay estudios "sobre la presencia de los valores ambientales protegidos por la normativa estatal y regional en todo el ámbito de desarrollo del proyecto".

Tampoco se ha realizado un análisis de la posible afección de las distintas unidades de obra previstas en el proyecto de urbanización sobre los hábitats y especies objeto de protección, ni se dispone de una valoración de la afección a los mismos, ni si esa afección es significativa, ni medidas correctoras o compensatorias.

Abunda el TSJC en que un estudio parcial encargado por el Cabildo de Tenerife pone de manifiesto que existen "diferencias significativas" entre la información bibliográfica disponible y la "presencia real" de especies y hábitats en el ámbito del proyecto.

Paralización cautelar y suspensión

El 11 de noviembre llegaba un varapalo institucional para los promotores de Cuna del Alma. La Consejería de Transición Ecológica ordenó la paralización cautelar de Cuna del Alma tras constatar una población de la viborina triste en el ámbito donde se desarrollan las obras.

La reacción de los promotores no se hizo esperar y anunciaron posibles acciones judiciales. Según defendían, tenían los derechos adquiridos por disponer de "todas las licencias urbanísticas y medioambientales necesarias".

Pese a ello, el 2 de septiembre llegaría el golpe definitivo, la suspensión total de las obras. La Dirección General de Patrimonio Cultural justificó la decisión ante el hallazgo de nuevas manifestaciones rupestres en la zona.

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