Un año de Cuna del Alma: la piedra que sacudió Tenerife

Se cumplen 365 días de la puesta de la primera piedra del que iba a ser un nuevo complejo turístico de lujo en el sur de la isla, pero que levantó una polvareda social que en la actualidad tiene paralizado el proyecto

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Escena simbólica de la primera piedra de Cuna del Alma el 5 de mayo de 2022 / ARCHIVO
Escena simbólica de la primera piedra de Cuna del Alma el 5 de mayo de 2022 / ARCHIVO

El 5 de mayo de 2022 un mero acto rutinario y simbólico de grandes construcciones, como es la colocación de una primera piedra, acabó provocando una serie de consecuencias sociales, políticas y judiciales que fueron de todo menos rutinarias. Este viernes, se cumple un año de la famosa foto de la colocación de la primera piedra de Cuna del Alma, un proyecto que enarbolaba la sostenibilidad por bandera.

Aquella escena la protagonizaron, entre otros, el alcalde de Adeje, José Miguel Rodríguez Fraga, la vicepresidenta del Cabildo, Berta Pérez, los inversores y el promotor inmobiliario Filip Hoste, o el director técnico, Andrés Muñoz.

 

 

Reacción frontal de grupos ecologistas

La reacción de los grupos ecologistas no se hizo esperar y, como compartieron desde Asociación Tinerfeña de Amigos de la Naturaleza (ATAN) en primicia para Atlántico Hoy pocos días después, “de ninguna manera un hotel sobre un tabaibal y un cardonal puede ser sostenible”. Una premisa que fue echando raíces y que obtuvo una movilización social que acabó por detener un proyecto de más de 350 millones de inversión.

Tras las protestas in crescendo en las siguientes semanas contra la construcción del macroproyecto hotelero, el 31 de mayo, el Cabildo de Tenerife emitió la orden de paralizar provisionalmente los trabajos de construcción, condicionada al análisis del estudio técnico, ya presentado por la empresa, para garantizar la protección de elementos arqueológicos, ubicados en el Puertito de Adeje, junto a Armeñime, una de las pocas zonas del sur sin explotar por el turismo.

Con todo en el aire, pero con la firme atención de los promotores de continuar con las obras, parte de la sociedad tinerfeña se echó a la calle. Así, el 11 de junio, unas 8.000 personas, según la organización, y cerca de 2.000, según la Delegación del Gobierno, se manifestaron a causa de Cuna del Alma, pero con la mirada en todas las construcciones turísticas de Tenerife, con consignas como "no al proyecto de tumba del alma", "en Tenerife no cabe más gente" o “Canarias no se vende”.

 

 

 

Vuelven las obras

El 29 de junio, justo el día que el cabildo había dictado una resolución por la que mantenía la suspensión cautelar, el proyecto anunciaba que retomaba los trabajos en el 98% de la parcela, pues esa paralización solo afectaba al 2% restante.

La empresa aseguró que cumplieron "con todos los trámites administrativos, garantizando que su ejecución se ajusta a la legalidad" y confíaron en poder continuar con el resto de la obra "a la mayor brevedad", comunicaron.

'Secuestro' de una pala mecánica

Un mes después tuvo lugar un hecho que enardeció los ánimos. Tres activistas se encadenaron a una de las máquinas de trabajo en las obras de Cuna del Alma.

Se trataba de Guacimara, Lola y Miguel que, tras dos semanas encaramados a una de las palas que inutilizaron, atendieron a Atlántico Hoy para compartir su experiencia. El mismo día de la publicación de dicha entrevista, otras 20 personas se encadenaron entre ellas y lograron paralizar momentáneamente la construcción y subiendo la tensión al máximo, porque, entre medias, surgieron distintos vídeos y acusaciones cruzadas de agresiones entre los activistas y los empleados de la constructora.

 

 

Reacción de Andrés Muñoz

Por su parte, el director del proyecto Cuna del Alma, Andrés Muñoz, compartía a Atlántico Hoy su convencimiento de que Cuna del Alma “se va a terminar porque tenemos a la ley de nuestra parte”.

Unas declaraciones que no hicieron más que caldear un ambiente que terminó por estallar el 26 de septiembre, con el propio Muñoz como uno de los protagonistas.

Desalojo e irrupción

Entonces, los tres activistas que se mantenían en lo alto de una de las palas fueron desalojados a la fuerza de la misma por parte de empleados del proyecto turístico.

La reacción inmediata fue la irrupción/allanamiento, según las versiones de cada uno, de dos activistas (María González y Guacimara, una de las activistas que bajaron de la máquina de trabajo) en el piso piloto, que hacía de oficina de la dirección del mismo, donde se encontraba en ese momento Andrés Muñoz. Lo ocurrido corrió como la pólvora en redes sociales.  

 

 

Más protestas

Al día siguiente, nueva movilización. Coincidiendo con el Día Mundial del Turismo, unas 200 personas se concentraron frente al hotel Escuela de Santa Cruz, donde la consejera, Yaiza Castilla, se encontraba en un evento en conmemoración del día.

Entre medias, el Gobierno de Canarias abrió expediente sancionador a Cuna del Alma por dañar restos arqueológicos en aquel 2% de la parcela, en el que la empresa promotora se exponía a una sanción de hasta 600.000 euros, la máxima prevista para infracciones muy graves. Además, surgía el protagonismo de una de las plantas que ha tenido recorrido en el historial de los hechos: la viborina triste.

 

 

 

 

Activistas en el Pleno

El 30 de septiembre, tres activistas interrumpieron una comparecencia sobre Cuna del Alma en el Cabildo de Tenerife. Entre ellas, María González y Guacimara, las dos coprotagonistas del incidente con Andrés Muñoz. "Nos gustaría que antes de que empezaran a hablar de este tema nos escuchasen dos minutos", expusieron. El presidente del cabildo, Pedro Martín, les cortó rápidamente respondiendo que la intervención del público no estaba prevista en el reglamento y, por lo tanto, no podían hablar en ese momento.

"El problema no es que no queramos. No tenemos inconveniente en, al finalizar el pleno, escucharles dos minutos, cinco o lo que sea necesario", dijo Martín mientras González reprochaba que están "silenciadas" desde "lo que pasó el otro día".

Paralización cautelar

El 11 de noviembre llegaba un varapalo institucional para los promotores de Cuna del Alma. La Consejería de Transición Ecológica del Gobierno de Canarias ordenó nuevamente la paralización cautelar de Cuna del Alma tras constatar una población de la viborina triste en el ámbito donde se desarrollan las obras.

La reacción de los promotores no se hizo esperar y anunciaron posibles acciones judiciales. Según defendían, tenían los derechos adquiridos por disponer de "todas las licencias urbanísticas y medioambientales necesarias".

Suspensión total

El 2 de septiembre llegaría el golpe definitivo para el macropoyecto hotelero, hasta la fecha. La suspensión total de las obras de Cuna del Alma. La Dirección General de Patrimonio Cultural justificó la decisión ante el hallazgo de nuevas manifestaciones rupestres en la zona.

De esta manera, y a la espera de nuevos pasos en un proceso que, ni mucho menos, ha llegado a su punto y final, este jueves 4 de mayo, 364 días después de aquella piedra que sacudió los cimientos sociales de Tenerife, Podemos ha denunciado en Anticorrupción supuestas irregularidades sobre Cuna del Alma con el objetivo de se paralice definitivamente esta iniciativa que consideran "depredadora" del territorio.

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