La denominada Red Ciclable de la zona centro de la ciudad de Santa Cruz de Tenerife, nombre dado por el concejal de Servicios Públicos, Carlos Tarife al carril bici, ha generado malestares y diversas posturas entre la ciudadanía tinerfeña.
Con la nueva estructura de la Red de Movilidad Personal, que tiene un presupuesto de 1.700.000 euros, financiados por los fondos europeos Next Generation, se están habilitando ciclocalles y carriles segregados para patinetes y bicicletas en 61 vías de Santa Cruz.
Seguridad
Al respecto, José Manuel Bermúdez, alcalde de Santa Cruz de Tenerife, destacó la importancia de darle seguridad, con este tipo de estructuras, a los vehículos de movilidad personal, como bicicletas y patinetes, ya que también tienen derecho a transitar por las vías.
“Se trata de que todo el mundo pueda utilizar los vehículos que tenga a su alcance, ya sea transporte público, de movilidad personal o coche, en las mejores condiciones de seguridad”, puntualizó.
Demandas
Sin embargo, el pasado 25 de enero, vecinos, comerciantes y trabajadores de la zona se manifestaron en la plaza Weyler contra la reducción de plazas de aparcamiento públicas y de personas con movilidad reducida, afectaciones de las áreas para carga y descarga, así como de paradas de guaguas y taxis.
Según la plataforma Santa Cruz Actúa Ya, en los últimos tres años se han eliminado más de 1.200 plazas de aparcamiento en el centro de la ciudad y esa cifra aumentará a más de 5.000 con los proyectos aprobados de transformación urbana, lo que acarrea graves problemas de movilidad a residentes y comerciantes locales.
Asimismo, en la Sesión de Control del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife del 12 de diciembre de 2024 la concejal del PSOE Patricia Hernández señaló una falta de organización, haciendo constar que le parece un acierto implementar carriles para ese tipo de movilidad, pero que “las ciudades tienen que ser planificadas”.
Espacio urbano
En ese sentido, Atlántico Hoy dialogó con el arquitecto y urbanista Fabio Sánchez Orihuela, quien ofreció pautas generales sobre el correcto diseño y organización de políticas integrales de movilidad que sean respetuosas con el entorno social y urbano.
Al respecto, enfatizó la necesidad de los carriles bici ya que en el último siglo se la ha dado un excesivo protagonismo en el espacio urbano al vehículo privado, dejando de lado a los peatones y otras modalidades de transporte.
Política integral
No obstante, cuando se hace una política de esta magnitud es necesario analizar las consecuencias que los cambios estructurales pueden tener en cuestiones de accesibilidad y otros modos de desplazamiento como los vehículos motorizados públicos o privados, así como otros medios alternativos como es el caso de las bicicletas o los patinetes, explicó el especialista.
Para Sánchez Orihuela es importante una visión integral de la movilidad que permita valorar las infraestructuras y, de este modo, establecer prioridades. “Es una cuestión de estudiar la capacidad o dimensiones suficientes para garantizar la convivencia con los demás modos de desplazamiento que coexisten en la vía y acorde con las políticas de movilidad”, precisó.
Como refiere el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, la Red Ciclable, que abarca arterias centrales de la ciudad como la calle Méndez Núñez, El Pilar y Villalba Hervás, tendrá una distancia de 16.050 metros en ciclo-calles y 2.420 metros de longitud del carril bici. De igual forma, plantea carriles exclusivos en zonas donde se debe mejorar la seguridad, ya sea por la velocidad permitida en la vía, su pendiente o el nivel de tráfico.