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Emblemático Café de París, en Puerto de la Cruz|REDSOCIAL

Adiós al Café París y el Columbus en Puerto de la Cruz: "Comen en el hotel y solo salen a pasear"

El cierre de establecimientos emblemáticos del Puerto de la Cruz refleja cambios económicos y turísticos, con un turismo más limitado y un menor consumo local

Marcamos el número de teléfono y el contestador automático pide que esperemos o que nos dirijamos a la página web para hacer una reserva, pero se sabe que nadie va a responder y la web no admite reservas:: el mítico Café de París, en el Puerto de la Cruz, ha echado el cierre.

Cafetería Columbus, Heladería el Pingüino y Café de París han dejado de existir como tal desde este pasado 29 de julio. La empresa Columbus S.A. ha vendido sus locales y se cierra un capítulo repleto de recuerdos y emotividad para la ciudad portuense.

Cafetería Columbus|COLUMBUS

Experiencia vital

“Detrás de estos nombres hay una historia de trabajo incansable, calidad y carisma. Durante años, Columbus dio empleo a cientos de personas y marcó un estilo de hostelería que muchos identificaban con la esencia del Puerto: elegante, cercano y con sabor propio”, escribe un usuario en sus redes sociales.

Otro comentario que puede leerse reseña que “ahora, el cierre del Café de París duele aún más. No era solo un café. Era música en directo, una terraza siempre viva, un espacio elegante y bien atendido. Era un punto de encuentro donde las generaciones se cruzaban: el turista que volvía cada año y el vecino que leía el periódico con su café de la mañana”.

Todo incluído

Profesionales de la actividad económica y la restauración en el lugar van más allá del recuerdo y la parte emocional.  “El turismo que llega ya no es el que era”, comenta  a Atlántico Hoy la gerente de Zona Comercial Abierta del Puerto de La Cruz (vinculada a Facua), Andrea Rubio Matute.

Explica la gerente que, desde hace algún tiempo, en el municipio se ha dado más importancia y prioridad a las fiestas, al turismo y temas culturales que al comercio, “dando por hecho que esta es una ciudad que se vende por sí sola, desplazando bastante al tema comercial, algo de lo que se quejan muchos empresarios”, apunta. 

Alternativas alojativas

Según manifiesta Rubio el turismo actual, en gran parte, está en el foco de cierto declive económico en la zona, indicando que los comerciantes consideran que “el turista que venía hace años, dando crecimiento, riqueza y esplendor a la ciudad ya no viene”, añadiendo que son muchos los comercios que vivían de ese turismo.

Por otro lado, expresa que el Puerto de la Cruz se ha convertido en una ciudad dormitorio, en la que los visitantes se alojan principalmente en viviendas vacacionales o en hoteles con todo incluído, “lo que no tiene sentido en un municipio como este, porque al final estás metiendo a una persona en un recinto, cuando hay tanta actividad alrededor que depende del turismo”.

Más gasto para el empresario

La ciudad portuense cuenta con una amplia gama de comercio, servicios y establecimientos de restauración, con lo que, “establecer el todo incluido en los hoteles, desde mi opinión, está desfavoreciendo la zona comercial y a los propios comercios”.

En cualquier caso, detalla Rubio que la comunicación con el área de Comercio del Ayuntamiento del Puerto de la Cruz es constante y ya han hecho llegar quejas y sugerencias al respecto, reseñando que se está trabajando de una forma unida. Por otro lado también destaca que la subida de precios del alquiler de los locales, así como los impuestos, “cada vez pagamos más”, influyen bastante en la continuación o no de una actividad empresarial.

Desciende el consumo 

Sin querer generalizar, la gerente insiste en la cantidad y la calidad del turismo que está eligiendo el Puerto como destino vacacional en la actualidad. “Hace años recibíamos a un turismo más tranquilo y respetuoso. Un turista que gastaba en el comercio local, que disfrutaba de una terraza, de una comida en un restaurante. Ahora consumen dentro del hotel y, cuando ya están satisfechos, solo salen a dar una vuelta”.

Recuerda que el cierre de Playa Jardín durante tanto tiempo, los problemas de aparcamiento y el cese de otras actividades que podrían resultar interesantes ha hecho que los visitantes “de antes” elijan quedarse en el sur de la isla.