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Cultura

Literatura en septiembre

El Festival Hispanoamericano de Escritores celebra su quinta edición en Los Llanos de Aridane de La Palma

2 minutos

¡Puro grupo! En la foto de Daniel Mordzinski aparece la representación literaria de Centroamérica en el Festival literario que se celebra en La Palma.

Los Llanos de Aridane es la literatura en septiembre. El Festival Hispanoamericano de Escritores, que este año celebra su quinta edición, convierte al municipio palmero en un espacio habitado de letras y de libros, de lectores y de quienes viven acercando la sombra de su existencia a las palabras todo el tiempo. Mesas redondas, firmas de libros, encuentros con estudiantes, debates y, sobre todo, aprendizajes compartidos, nuevas perspectivas y ficciones que nos ayudan a entender un poco mejor el galimatías de la vida humana.

En esta edición, el Festival se acerca a Centroamérica, un espacio que el Premio Cervantes, Sergio Ramírez, comparó el primer el día con un Archipiélago en el que la tierra no separa, pero que, a veces, fragmenta mucho más que un océano. Y este Festival consigue que se disipen esas fronteras, a veces más mentales que territoriales, y que se crucen los caminos de Guatemala con los de Panamá, los de El Salvador con los de Costa Rica o los de Honduras con los de Nicaragua. Y con los de Georgia, que también cuenta con representación en La Palma, con los de Canarias y la Península o con las sendas mexicanas del último Premio Vargas Llosa de novela, David Toscana.

Descubrimientos

Según llegas a los alrededores de Los Llanos de Aridane uno escucha por la megafonía lejana nombres de novelas y de escritores, de personajes literarios, de libros que cambiaron biografías o esos ecos que nos embrujan a través de la música de las palabras cuando llevan algo más que vocales y consonantes. Y también nos encontramos con fotografías de quienes escriben en los alrededores de la Plaza de España. Daniel Mordzinski es el gran referente fotográfico de los escritores hispanoamericanos de las últimas décadas, y su presencia en Los Llanos ha ido inmortalizando este Festival año a año, universalizándolo todavía un poco más, y también deteniéndolo un poco en el tiempo.

Estos días he descubierto la obra de una novelista tinerfeña de 18 años con uno de esos libros que no te deja nunca indiferente, por su musicalidad, su alma y su propio argumento. Se titula Autofagia y lo escribe Celia Lorenzo Ramos. También en estos cuatro primeros días de Festival me he acercado a la poesía del poeta nicaragüense, William González Guevara, último Premio Hiperión. Su obra deslumbra y sorprende, no deja indiferente. Cada verso de Inmigrantes de segunda es una mirada nueva a una realidad a la que se asoma un poeta nacido en el 2000. Y hay otro poeta que me deslumbró desde un primer momento. Se trata del hondureño Rolando Kattan. Cito solo los tres autores a cuyos libros me he acercado estos días. No los conocía, ni tampoco su obra, pero me llevo decenas de libros de La Palma que iré leyendo en los próximos meses. Esa es la gran aventura del Festival, el descubrimiento de nuevas voces contando al ser humano desde nuevas perspectivas y desde nuevas miradas con un idioma que nos hermana. Ya se ha anunciado que, para el próximo año, el país invitado será España, como antes lo fueron Perú o México. No dejen de reservar unos días para estar en La Palma en septiembre. Viajen a la literatura siempre que puedan, en las lecturas y en los encuentros con quienes escriben. Aquí la literatura está en la calle, en las terrazas y en los bancos de los parques, visita colegios y se pasea mirando las casas coloniales de Los Llanos. Ojalá Canarias tuviera muchos Llanos de Aridane. Otras literaturas nos cantarían.