La Guardia Civil vigilaba los camiones de Cepsa desde que cargaban el fuelóleo hasta la descarga

Una vez en el lugar donde se iba a efectuar la descarga y tras identificarse como guardias civiles al conductor, requerían la presencia del destinatario de dicho combustible o representante del mismo

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Imagen panorámica del Puerto de La Luz y Las Palmas. / Autoridad Portuaria Las Palmas
Imagen panorámica del Puerto de La Luz y Las Palmas. / Autoridad Portuaria Las Palmas

El equipo especializado de la Guardia Civil encargado por la Fiscalía Provincial de Las Palmas de la investigación y la extracción de las muestras del combustible importado por Petrocan (filial de Cepsa en Canarias), por el presunto fraude fiscal de Cepsa en la venta de fuelóleo en lugar de gasóleo, estableció en julio de 2021, un dispositivo en el Puerto de La Luz para llevar a cabo las extracciones.

Los agentes idearon un estricto protocolo que no pudiera dejar lugar a ningún tipo de error. Para ello, una vez determinado que únicamente se iban a tomar muestras de aquellos suministros en los que en el albarán de entrega se declarase la venta de DO INDUSTRIAL, se procedió a activar un dispositivo, mediante el cual el personal de la unidad especial pudiera identificar a todas aquellas cisternas que transportaban el referido DO INDUSTRIAL y pretendieran salir del recinto aduanero del puerto grancanario.

Seguimiento a los camiones cisterna

Vigilaron la salida y la circulación de los camiones cisterna que transportaban el combustible a extraer desde los cargaderos de Petrocan, ubicados en el Puerto de La Luz, hasta las instalaciones del contrarregistro del Resguardo Fiscal de la Guardia Civil, ubicado a la entrada de dicho puerto (enfrente de la Plaza de Belén María). Allí, los agentes recogían el albarán donde comprobaban el combustible que transportaba cada camión.

Una vez confirmado que el combustible transportado era DO INDUSTRIAL, los investigadores encargados de poner en práctica la toma de muestras realizaban un seguimiento al camión cisterna hasta su lugar de destino. Una vez en el lugar donde se iba a efectuar la descarga y tras identificarse como guardias civiles al conductor, requerían la presencia del destinatario de dicho combustible o representante del mismo. Una vez presentes los dos, les explicaban el motivo de la toma de muestras y el procedimiento que se iba a seguir para la extracción.

Cinta rotulada y precinto de plomo

En ese momento se requería al conductor que informara del volumen total a descargar y que dijera el tiempo que iba a tardar en hacerlo. Una vez comenzada la descarga, el conductor debía parar justo a la mitad de la misma, se extraían tres litros del combustible y cada uno de ellos se introducían en una botella de cristal de un litro. Las tres botellas de cristal, con las muestras tomadas, se precintaban con cinta rotulada con las siglas de Guardia Civil y con un precinto de plomo con el anagrama del cuerpo policial.

Además, a cada botella se le adjudicaba un número de referencia, se confeccionaba un acta de la extracción y todo era grabado en vídeo. Los agentes procedieron a realizar hasta nueve extracciones de nueve cisternas diferentes de Cepsa. Las muestras precintadas y etiquetadas fueron enviadas al laboratorio SGS, que está reconocido como líder mundial en análisis de laboratorio. En todos el resultado fue el mismo: las muestras analizadas se correspondían con gasóleo.

Hasta el momento se está investigando por estos hechos presuntamente cometidos durante el período comprendido entre los ejercicios 2016 y 2021 a Cepsa y a dos ejecutivos de su filial en Canarias, Petrocan. También se investiga a dos altos cargos de la Agencia Tributaria Canaria: la anterior jefa de la Dependencia de Tributos a la Importación y Especiales —actual subdirectora de Tributos a la importación y Especiales— y la subdirectora de Inspección y Planificación. Los investigadores calculan que Cepsa podría haber cometido un presunto fraude de 7.773.298,38 euros al estar importando gasóleo en lugar de fuelóleo, pero presuntamente declaraba que se trataba de este último combustible cuyo gravamen era considerablemente menor.