España solo trasladará a 100 menores migrantes desde Canarias pese al compromiso con 900. / EFE/-CARLOS DE SAÁ
España solo trasladará a 100 menores migrantes desde Canarias pese al compromiso con 900. / EFE/-CARLOS DE SAÁ

Niños identificados como adultos, un error que vulnera derechos de los menores llegados a Canarias

Muchos menores han acabado en centros de detención escolar o en campamentos rodeados de adultos por un criterio subjetivo de identificación, cuando deberían estar escolarizados y en un recurso

Álvaro Oliver González, redactor jefe en Tenerife

El momento más crítico para un niño migrante no acompañado que llega a Canarias ocurre justo al pisar tierra: su identificación. Si es considerado erróneamente como adulto, queda excluido del sistema de protección infantil. Esta situación, lejos de ser una excepción, es una práctica documentada y reiterada, según denuncia el informe de Amnistía Internacional A día de hoy no tengo nadapublicado en marzo de 2025 pero presentado este viernes ante el Parlamento de Canarias.

Amnistía Internacional relata en su informe que teme que la cifra de niños y niñas no acompañados que llegan a Canarias sea mucho mayor de la que está reconocida por las autoridades canarias, y que su protección no esté garantizada desde el primer momento en el que entran en contacto con las autoridades.

La organización señala que, debido a la ausencia de una identificación adecuada y protocolos claros, muchos menores acaban temporal —e incluso permanentemente— alojados en centros para adultos. Un trabajador del campamento de Las Raíces indicó durante la elaboración del informe que al menos 300 menores fueron alojados allí en 2024 pese a decir que eran niños. Cheikh, de Senegal, contó: "Nadie me hizo caso. Me metieron con los adultos. Estoy durmiendo en una carpa con ellos. Nadie me ha informado de nada."

Incluso con documentación

El informe documenta que incluso cuando los menores aportan documentación válida que acredita su edad, esta puede ser ignorada por las autoridades. Los testimonios muestran que muchos jóvenes deben pasar días, semanas o incluso meses en instalaciones inadecuadas, mientras esperan la realización de pruebas óseas para determinar su edad. El retraso compromete su acceso a derechos fundamentales.

Los errores también van en sentido contrario. Se han documentado casos donde a menores de 16 o 17 años se les asignó una edad de 13, generando una escolarización y un tratamiento institucional inadecuados. Mor, también senegalés, declaró: "Me pusieron 13 años, aunque yo decía que tenía 16. No me escuchaban."

Percepción subjetiva

El informe señala que el procedimiento depende en exceso de la percepción subjetiva de los agentes de policía. Pese a las recomendaciones del Defensor del Pueblo para que se cuente con intérpretes y personal especializado en infancia, Amnistía observa que esta medida no se aplicó adecuadamente.

En algunos casos, según testimonios de extrabajadores, la policía incluso retiró las pulseras que Cruz Roja colocaba a quienes identificaba como posibles menores durante los primeros triajes. Una de estas personas declaró haber oído a un agente justificarlo diciendo que eran "instrucciones de la fiscalía". Esta práctica fue denunciada por Amnistía ante la Fiscalía General del Estado, pero la respuesta oficial no abordó esta cuestión concreta.

Centros de detención temporal

La falta de identificación correcta puede derivar en que menores erróneamente tratados como adultos sean privados de libertad en centros de detención temporal, estén sujetos a procedimientos de devolución y queden fuera del sistema educativo o sanitario.

Desde ACNUR se informó a Amnistía de que más del 50% de los menores llegados a Canarias podrían necesitar protección internacional. Sin embargo, muchos no acceden siquiera a iniciar el procedimiento de solicitud de asilo por culpa de estos errores iniciales. Seydou, maliense de 19 años, relató: "Nunca me informaron de que podía pedir asilo... A día de hoy no tengo nada."

Las consecuencias de una identificación errónea en las primeras horas de llegada son determinantes en el itinerario de vida de estos niños y niñas. El informe advierte de que esta vulneración compromete de forma directa su protección y su desarrollo futuro.