Lluís Serra Majem nació en Barcelona en 1959, en el seno de una familia numerosa —cuarto de seis hermanos— de la burguesía de Sant Gervasi-Sarrià. Su padre, Josep Maria Serra Martí, ingeniero industrial, formaba parte de la tradición de empresarios de la industria textil y del sistema eléctrico, pero lo dejó todo cuando la política llamó: en 1979 fue en la lista electoral del Partit dels Socialistes Catalans (PSC) al Ayuntamiento de Barcelona y ejerció durante doce años como concejal de Urbanismo, un puesto clave en la transformación de la ciudad hasta los Juegos Olímpicos de 1992. Él, sin embargo, no viviría plenamente ese logro: murió en junio de 1991, poco antes de la cita olímpica. Ese episodio marcó la memoria familiar, y seguramente también el sentido de responsabilidad profunda que hoy guía a Serra Majem en su carrera académica e institucional.
Amante de los animales desde niño —una inclinación que lo acercó, al menos en intención, al mundo de la veterinaria—, decidió finalmente que su contribución al bienestar pasaba por la Salud Pública. Estudió Medicina y Cirugía en la Universidad Autónoma de Barcelona, y logró el doctorado en Medicina en 1987. Más tarde hizo un máster en Nutrición (1992) y se especializó en Medicina Preventiva y Salud Pública.
Vinculación al territorio
Durante esos años formativos, descubrió lo que para él sería una gran pasión: la Dieta Mediterránea, no solo como modelo alimentario, sino como eje de salud pública, sostenibilidad y cultura local. Fue en ese entorno académico donde entendió que mejorar los hábitos alimenticios no solo era cuestión de nutrición, sino de vinculación con el territorio, con los productos locales, con las costumbres, con los sabores. Un enfoque que luego plasmó también en su libro La isla en tu plato, donde aboga por el consumo del producto local como pilar de la alimentación saludable. Ese argumento coincide con lo que ha sido siempre su línea de investigación y sensibilización en Canarias. La dirección de la Cátedra UNESCO de Sistemas Locales de Salud y su impulso de grupos de investigación en nutrición comunitaria confirman que su preocupación se extiende mucho más allá del mero planteamiento teórico.
El tránsito hacia Gran Canaria no fue inmediato. Serra Majem pasó por Quebec (Canadá) durante su formación de posgrado, sumergido en estudios avanzados de nutrición clínica y epidemiología —una etapa formativa que consolidó su perfil de investigador de talla internacional—. Luego, en 1995, fue nombrado catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC). Fue también director del Departamento de Ciencias Clínicas entre 1996 y 2011, y director del Instituto Universitario de Investigaciones Biomédicas y Sanitarias de la ULPGC desde su creación en 2014.
Elegido rector
Su actividad institucional, sin embargo, no se conforma con la enseñanza y la investigación: Serra Majem presidió la Fundación Dieta Mediterránea desde 1996 hasta 2012, periodo durante el cual impulsó el reconocimiento de la Dieta Mediterránea como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, logro conseguido en 2010. Además, es fundador y presidente de otras instituciones vinculadas al ámbito nutricional: la Academia Española de Nutrición y Ciencias de la Alimentación, la Fundación para la Investigación Nutricional, la ONG Nutrición Sin Fronteras y la International Foundation of Mediterranean Diet, entre otras.
En febrero de 2021 fue elegido rector de la ULPGC por votación de la comunidad universitaria, cargo que continúa desempeñando tras renovar su mandato recientemente. Su trayectoria científica es excepcional: autor de más de 800 publicaciones científicas, con alrededor de 70 libros y casi 500 artículos indexados, con un índice H estimado en los setenta, lo que lo sitúa entre los investigadores más citados de España en su área. Ha dirigido también decenas de tesis doctorales, participado en numerosos proyectos nacionales e internacionales y coordinado grupos en temas como la prevención de la obesidad infantil, la sostenibilidad alimentaria y la nutrición comunitaria.
Accidente
Pero si el prestigio lo gana en las cifras y los reconocimientos académicos, su arraigo humano se evidencia en otros detalles que muchos conocen aunque no figuren en los currículums oficiales. Como por ejemplo su amor por los caballos: Serra Majem es un jinete aficionado, que suele montar los fines de semana, en particular cerca de San Mateo, acompañado por amigos, sobre Agosto, su actual caballo. En su juventud en Barcelona practicaba pesca subacuática —los días que se sumergía en el Mediterráneo surtía a su madre de pescado fresco para las comidas familiares—. Esa intimidad elemental le ha acompañado durante toda su vida, tanto como la pasión por leer, por levantarse temprano, caminar entre el casco histórico de Vegueta rumbo al Rectorado, esos paseos matutinos que son ritual. También cocina, lo que sus amigos valoran con admiración: se dice que su escudella tiene algo de ceremonia, influida por recetas heredadas de su madre o su abuela, únicas. Y le encanta descubrir restaurantes locales: hay quienes lo han visto en Kome Kome, Casa Montesdeoca, Rever, Dulce Vita, Qué Leche!... sitios donde lo social y lo gastronómico se dan la mano.
No obstante, la vida de Serra Majem también ha pasado por momentos de dolor. Hace algo más de veinte años perdió a su hija Yaiza, cuando apenas tenía 13 meses. Un suceso que dejó una huella profunda, pero que no menguó su empeño por trabajar por la salud de niños y jóvenes, por prevenir enfermedades, por mejorar la calidad de vida. Además, en 2012 sufrió un grave accidente montando a su anterior caballo, Guayre, momento angustioso: cayó por un barranco y tuvo que ser rescatado por un helicóptero; ingresó en el Hospital Doctor Negrín con lesiones en varias vértebras. Sus alumnos residentes, algunos de ellos, no lo reconocieron hasta que pudo limpiarse el barro.
Fiel a la ULPGC
Como rector, Serra Majem ha imprimido a la ULPGC un sello claro: potenciar la investigación con impacto social, vincular la universidad con su entorno, formar jóvenes comprometidos, defender también el compromiso con el medio ambiente y la salud comunitaria. Ha rechazado ofertas de otras instituciones fuera de Canarias para mantenerse fiel a esta isla que considera suya, de adopción, pero vivida con el corazón. Lo dicen quienes le conocen: no hay mucha distancia entre su casa profesional y su hogar personal, porque ambos fluyen de los mismos valores.
En lo personal, es padre de tres hijos. Curiosamente, compartió en abril un momento feliz: disfrutó la victoria del FC Barcelona en la final de la Copa del Rey junto con uno de sus hijos, demostrando que, pese a los compromisos institucionales y académicos, hay siempre espacio para lo cercano, lo festivo, lo de la familia.
Al servicio de los demás
Lluís Serra Majem es, en definitiva, una piedra angular de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. No lo es solo por ejercer el cargo de rector, sino por haber sido el académico que más (o de los que más) ha publicado en la institución, por su capacidad constante de generar ciencia, formar generaciones, unir escuela y comunidad, nutrición y cultura, investigación y responsabilidad social. Un hombre que partió de Barcelona, con riqueza material familiar, con privilegios, sí, pero que eligió ponerlos al servicio de los demás, primero como profesional de la salud pública, luego como investigador, ahora como rector, siempre desde la cercanía y la convicción.
Ese esfuerzo que ha recorrido media vida, ese querer transformar lo que comemos, cómo vivimos, cómo nos relacionamos con lo que producimos, cómo cuidamos aquello que nos rodea, lo hacen merecedor no solo de títulos y cargos, sino de reconocimiento ciudadano. Porque cuando Lluís Serra Majem dibuja su utopía, lo hace con la dieta mediterránea en el plato, pero también con una universidad que sea puente, la isla que sea patria, y la ciencia que sea humanismo.
