El actual Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) del Teide lleva más de dos décadas en vigor. Ya tiene un documento para sustituirlo, que establecerá nuevas reglas que van a regir el parque nacional, aunque no está exento de polémica. El documento va a establecer límites de acceso con vehículos, a través de horarios para los aparcamientos, y si bien abre la puerta a nuevas limitaciones, también lo hace a que haya una mayor laxitud en otros ámbitos, algo que ha motivado a que las principales instituciones científicas (CSIC y ULL) hayan votado en contra el documento.
El vehículo
Uno de los principales cambios que busca establecer el borrador es la limitación de los horarios a los aparcamientos. El documento en vigor habla de poder regular el uso de las carreteras si se establecen áreas de servicio ligadas a los puntos de control de acceso, de manera que los únicos visitantes que puedan acceder sean aquellos que entran antes de cumplir la capacidad de carga o quienes lo hagan a través de un servicio de visitas organizadas.
El borrador del documento en trámite prohíbe “el acceso a las áreas de estacionamiento de cualquier vehículo que no sea de transporte colectivo público o privado”. Pero esta prohibición en realidad se haría solo en determinados horarios, que no concreta el documento.
También establece que “el parque nacional contará con un sistema de vehículos lanzaderas (guaguas) con el que se garantizará la movilidad a visitantes desde los aparcamientos disuasorios a todos los puntos de interés”. Quienes vayan a acceder al teleférico deberán acudir a través de estas guaguas.
El límite de la visita
Uno de los aspectos fundamentales del debate del nuevo plan rector es la limitación de las visitas. El PRUG aprobado en 2002 ya habla de un “elevado número de visitantes” y de “regular el flujo de personas que accedan al interior del Parque mediante puntos de control en las carreteras que se internen en el mismo, de tal modo que no pueda acceder un número de visitantes superior a la capacidad de carga global”.
Dejaba esa regulación en la capacidad de carga que posteriormente se estableciera. Eso nunca llegó, o al menos no se llegó a “regular el flujo de personas”. El borrador actual plantea “regular los accesos y el estacionamiento de vehículos” y dice que “se primará la calidad de la visita mediante el establecimiento de valores límites del número de visitantes”, de nuevo sin especificar cuál es la capacidad de carga, postergándolo a un estudio posterior.
Sí hay un límite que se establece concretamente en 150 personas. En el PRUG de 2002 se establecía ese límite para el número de personas en La Rambleta, en el borrador en debate, toma ese mismo número como límite para quienes estén “simultáneamente en la Rambleta y sus senderos adyacentes (10-Telesforo Bravo, 11-Mirador de la Fortaleza y 12-Mirador de Pico Viejo)”. Sin embargo, el borrador sí recoge que “el número máximo de personas que pueden estar simultáneamente en el sendero de acceso al pico es de 50”.
Ciclismo
Con la práctica del ciclismo sí que es ligeramente más permisivo el borrador. Actualmente, aunque sea común ver a personas conduciendo bicicletas por el parque nacional, la realidad es que solo puede “practicarse libremente sobre las carreteras asfaltadas”. El documento de 2002 sí que abre la puerta a que “con carácter restrictivo, podrá autorizarse en un futuro, exclusivamente bajo la modalidad de ruta guiada, por la pista del Filo”, pero es tajante con otras áreas: “No se autorizará su práctica en el resto del territorio”.
En el borrador se recoge que “la práctica del ciclismo sólo podrá realizarse por vías asfaltadas, siendo incompatible en las pistas y en la red de senderos y resto del territorio del parque nacional”. Pero seguida a esta prohibición el documento apunta que “se permite el tráfico de bicicletas” por la pista de Arico El Viejo y su ramal hacia Fasnia, la pista de Corral del Niño–Montaña del Limón, la pista de Montaña del Alto o de Guamaso. De esta forma se sería más laxo con este deporte.
Eventos deportivos
La práctica del ciclismo pero en el ámbito profesional es otro de los puntos en el foco por ser más permisivo. El PRUG actual es tajante, pero solo en un primer momento: “Se prohíbe la realización de todo tipo de actos multitudinarios, bien tengan finalidad deportiva, relacionada con espectáculos públicos o consistan en cualquier tipo de sesiones de entretenimiento o animación”.
Pese a ello abre la puerta a que la Comisión Mixta de Gestión, con “carácter excepcional”, pueda autorizarlos. Sin embargo, esa autorización debe estar supeditada a que exista “una asociación significativa entre los objetivos del Parque y la actividad propuesta” y a que contribuya “a mejorar la comprensión de la significación del Parque por el público”. Pese a ello, eventos como la carrera Tenerife Bluetrail atraviesan el parque nacional cada año, sin ser un evento de “carácter excepcional” que tenga relación con los 11 objetivos establecidos por el documento.
Lo que hace el borrador actual es blindar la celebración de esta carrera y de tres eventos deportivos más: “podrá ser autorizado el paso de la Vuelta Ciclista Isla de Tenerife, la Teide 360 y la Tenerife Bluetrail, siempre que estén organizadas por el Cabildo Insular de Tenerife u otra administración local y se evalúen de baja incidencia ambiental”. Con la permisividad de la Vuelta Ciclista a Tenerife, también se ampara la celebración de La Vuelta a España en el caso de que se llegue a realizar, sin establecer un límite máximo de participantes, como sí establece en la vuelta a la isla (400).
Apicultura
En el PRUG actual en vigor no se establece un número límite de colmenas permitidas en el Parque Nacional. En su lugar, lo deja en manos de las Normas para la práctica de la apicultura, que establecerían posteriormente el número total de colmenas permitidas según la capacidad de los asentamientos.
Estas normas básicas recogen que “el número máximo de colmenas a autorizar en los asentamientos apícolas es de 2.709”, cantidad total de colmenas colocadas en el parque en 2014. Sin embargo, como puntualiza que “en años anteriores se ha constatado que el número de colmenas instaladas en algunos asentamientos ha superado su capacidad”, regula el número máximo de colmenas que se puede establecer en cada asentamiento, que en total suman 1.472 colmenas permitidas.
El planteamiento que hace el borrador ahora eleva ese número: “A la entrada en vigor del presente plan podrá autorizarse la instalación de hasta 2.600 colmenas y dicho máximo irá disminuyendo anualmente a razón de 150, durante cuatro años, hasta alcanzar las 2.000”.
Esta mayor permisividad es una de las razones que ha llevado al CSIC a votar en contra del borrador por el efecto que tienen las abejas de la miel en la polinización, que no realizan, y además desplazan a los polinizadores locales.
Muflón
Respecto a la erradicación del muflón, el texto que se quiere aprobar sí establece unos tiempos concretos, a diferencia del PRUG en vigor. Este simplemente habla de: “establecer un plan de control progresivo del muflón, del conejo y demás mamíferos introducidos, encauzado hacia la total erradicación del primero”. El borrador, en cambio, recoge un “objetivo de erradicación en un periodo no superior a 5 años” desde la aprobación del documento.
Espeleología
Respecto a la práctica de la exploración o estudio de las cuevas, el borrador elimina las exigencias previas. Actualmente esta práctica está supeditada a la autorización expresa de la administración del parque y se “exigirá la condición de federados a cuantos solicitantes demanden autorización, pudiendo establecerse regulaciones restrictivas complementarias”
Pero en el borrador actual no se exige la federación y únicamente se comenta que: “La práctica de la espeleología, tanto con fines científicos como deportivos, estará sujeta a autorización por la administración gestora. La práctica deportiva sólo se autorizará en la sima de Vicky en Montaña Rajada”.