Esta semana se ha dado a conocer que el Instituto Tecnológico de Energías Renovables de Tenerife (ITER) ha recibido una sanción por parte de la Dirección General de Patrimonio después de que destruyera 1.900 metros cuadrados de terrenos con yacimientos en la construcción del parque solar Fotobat 5+5. Esta destrucción puede que no haya servido para nada ya que este parque tiene tan solo tres semanas para poder conectarse a la red y pese a ello de momento no hay ningún panel solar instalado.
El plazo de ejecución del proyecto finaliza el 25 de junio, que es el tiempo que tiene el ITER para conectarse a la red eléctrica y dotar de energía a la isla. De momento, en los terrenos no hay ninguna placa fotovoltaica instalada y continúan los movimientos de tierra después de que el proyecto fuera paralizado a raíz de que el colectivo Imastanen avisara de la presencia de yacimientos en la zona, aunque ya fue tarde para su protección total.
¿Una prórroga?
Desde el Cabildo de Tenerife tienen las esperanzas depositadas en una ampliación del plazo de conexión a la red, que se tendría que publicar en el Boletín Oficial del Estado en poco más de un mes para que efectivamente genere electricidad. Según explica el consejero de Innovación, Juan José Martínez, la Asociación de Empresas de Energía Renovables (APPA) les ha informado de la “inminente” tramitación de la prórroga.
De momento esa ampliación no es oficial, pero la construcción sigue adelante pese a no saber efectivamente si podrán conectarse a la red. Tampoco se valora la paralización del proyecto, de hecho, el cabildo tiene otras opciones planteadas. Según el consejero hay dos operadores que estarían “interesados” en la capacidad de generación del parque.

Alternativas
Martínez no ha dado a conocer cuáles son esos operadores de energía, que en todo caso asumirían el proyecto sin el punto de conexión. Asimismo, ha asegurado que podrían continuar “como proyecto de I+D a efectos de experimentación hasta tener nueva autorización de vertido”. Es decir, que el futuro del parque se adentra en la incertidumbre.
La historia de este parque solar es larga. Carlos Alonso (CC) anunció presentó el proyecto en 2019 pero el aval para su construcción no se recibió hasta 2021, pero quedó parado. Tres años más tarde, cuando el Ejecutivo insular volvió a cambiar de manos y tomaron las riendas CC y PP, el proyecto volvió a impulsarse, eso sí, si antes la construcción era puramente con los recursos humanos del ITER, ahora se necesitaba licitar la obra para poder proceder a su construcción.
Innovación perdida
Fuentes cercanas al proyecto trasladan que en 2019 era una planta innovadora, pero que con el paso del tiempo ha quedado desactualizado y su capacidad de generación no alcanza a las placas que hoy en día están en el mercado. Pese a ello, el pasado agosto, el Cabildo de Tenerife emitió un comunicado anunciando la licitación de las obras de este proyecto como “innovador”.
El movimiento de tierras comenzó entre octubre y noviembre, y se frenaron después de que el colectivo Imastanen avisara de que en la zona había yacimientos arqueológicos. Cuando lo avisaron ya era demasiado tarde, las palas habían destrozado 1.912 metros cuadrados de patrimonio arqueológico.
Investigación interna
A raíz de ello, el área de Patrimonio del Gobierno de Canarias ha interpuesto una sanción de 304.500 euros, la mitad del máximo para sanciones “muy graves”. Desde el Cabildo de Tenerife echan la culpa al PSOE que gobernaba tanto en el Cabildo, como en el Gobierno regional, por haber dado los permisos de construcción sin condicionantes sobre la presencia de yacimientos.
Desde el cabildo han solicitado una investigación interna en la Dirección General de Energía para esclarecer las responsabilidades al respecto.

