Bomberos de Tenerife y la Policía Local de El Sauzal rescataban este domingo a una gallina que había quedado incrustada en la malla de una finca y resultó herida de gravedad. Este caso pone de nuevo sobre la mesa un problema que no es novedad: la presencia constante de pollos y gallinas sueltos por las carreteras, incluso en los márgenes de la autopista.
“No le importa ni a la ley ni a nadie”, denuncian desde la Asociación Protectora Los Nogales, que aseguran a Atlántico Hoy que no se trata de un caso aislado. A menudo, explican, se encuentran animales de granja al borde de la carretera sin que nadie asuma su responsabilidad.
Desde la entidad animalista alertan de que, aunque “a todos nos gusta ver animales en libertad”, esta situación representa un peligro tanto para los propios animales como para las personas que intentan rescatarlos y para los conductores. “Los animales no deberían estar sueltos por zonas pobladas y con circulación de vehículos. Los dueños tienen la obligación de tomar medidas para garantizar su seguridad e impedir que causen daños a terceros”, insisten.

“El norte es un hervidero”
Desde Los Nogales señalan que el procedimiento habitual para gatos o perros incluye esperar 48 horas por si aparecen sus dueños y, si no tienen chip, se les identifica a nombre de la protectora tras 21 días. Sin embargo, el caso de las gallinas es distinto: “No están obligadas a identificarse y la gente se lava las manos, aunque las tengan en su casa dicen que no son suyas. Toda esta zona norte es un hervidero de gallinas criándose al lado de la autopista: hoy ves diez pollitos, mañana quedan dos, lo comentas en el ayuntamiento o en Bienestar Animal y no se hace nada”, denuncian.
Pese a valorar positivamente la actuación de bomberos y policía en este rescate, desde la protectora aseguran que se trata de un caso “excepcional, porque es visible”. La mayoría de las veces, apuntan, “las gallinas están completamente indefensas y si alguien atropella una en la carretera, ni siquiera mira atrás”. En Los Nogales han rescatado ya unas 50 gallinas y gallos en distintos puntos del norte de la isla.
Más casos
La gallina rescatada en El Sauzal sufrió graves laceraciones por el alambre de espino, cortes profundos bajo las alas y heridas en el cuerpo. Aunque come con normalidad está "bastante mal", explican desde la protectora. El colectivo denuncia que esta falta de control también se repite en las colonias de gatos, donde reclaman mayor implicación por parte de las administraciones públicas.
El caso no es aislado. En los últimos meses, la entidad ha atendido diferentes situaciones similares, como el hallazgo de 12 pollitos en el arcén de la carretera —incluso en la autopista— y la recogida de siete quícaras en otro tramo del norte de Tenerife.