La gran reivindicación de los trabajadores del tranvía ya está cumplida. Los empleados ya no están expuestos a trabajar con el polvo de sílice, el agente cancerígeno que llevaban más de dos años reclamando su sustitución. Un informe elaborado por ISR certifica que las superficies donde había restos de arena de sílice han quedado limpias y libres de la sustancia.
“Verificamos y podemos certificar que la totalidad de los espacios y sus correspondientes superficies sujetas a la comprobación e inspección (...) han quedado libres de polvo de sílice, contribuyendo a mantener un entorno seguro y saludable para los usuarios y empleados del servicio del tranvía”, concluye el informe, que pone fin a varios meses de lucha de los trabajadores.
El cambio
La empresa, Metrotenerife, había anunciado que en junio finalizararía la sustitución de este compuesto, que comenzó en febrero tras la presión de los trabajadores por la eliminación del compuesto. Una limpieza que comenzó tras detectar qué componente podría sustituir al polvo de sílice, el silicato de calcio.
El componente cancerígeno se usaba para frenado y la tracción de los vagones del tranvía, sin embargo con la fricción se generaba un polvo que podía causar al respirarse inflamación en los pulmones y de los ganglios linfáticos del tórax, causando la silicosis. Después de que se detectara la supuesta afección a varios trabajadores expuestos a este componente.
La limpieza
La limpieza del polvo de sílice se ha hecho con métodos húmedos que ha realizado la propia empresa contratada de limpieza por Metrotenerife, Lirecan Servicios Integrados. La limpieza se llevó a cabo en las vías de recorrido, en las paradas del tranvía, en los pasos inferiores, en los desagües e imbornales y en la zona del arenero.
El informe hace un recorrido por las actuaciones en cada uno de estas zonas y toma fotografías de la presencia de la arena de sílice en estas zonas antes de las actuaciones de limpieza, durante la limpieza y posteriormente.
Nuevos horizontes
“Se comprobó que los protocolos de limpieza y seguridad estuvieron bien establecidos y aplicados, así como la comunicación y la coordinación de los equipos de limpieza”, apunta el informe. Ahora el tranvía usará el silicato de calcio para la tracción de los vagones, que fue el único componente que superó todas las pruebas, según recoge el informe.
No es el único cambio llevado a cabo en el seno de la empresa. El comité de empresa ha cambiado de manos después de las elecciones celebradas el pasado 28 de mayo. Los sindicatos UGT y USO han llegado a un acuerdo para liderar el comité, dejando fuera a CCOO, sindicato más votado. Este cambio ha abierto la puerta a finalizar la huelga del tranvía, que se mantiene en los tramos de mayor afluencia.