Con el proyecto de ley para regular la vivienda vacacional presentado en el Parlamento de Canarias, la Universidad de Las Hespérides ha publicado un informe que asegura que el déficit habitacional en el archipiélago no se debe al auge de los pisos turísticos.
El propio título del estudio - ‘Turismo y vivienda en Canarias: ¿Amigos o enemigos? Por qué restringir el alquiler vacacional no resolverá la crisis habitacional’ -, elaborado por el economista Daniel Fernández, que ha liderado el observatorio de evaluación del impacto de las políticas del presidente argentino, Javier Milei, muestra sus conclusiones.
El documento defiende, en líneas generales, que el problema se debe a la falta de construcción a causa de los planeamientos urbanísticos tanto autonómicos como municipales, por lo que da a entender que todo se solventaría construyendo más inmuebles.
Falta de construcción
"Es muy difícil justificar con los datos que tenemos que la vivienda vacacional esté produciendo la subida del precio de la vivienda", afirma el también profesor de Economía y Finanzas de la universidad privada.
En el análisis realizado, se recoge que el principal problema es la disparidad entre el crecimiento poblacional y el ritmo de construcción de nuevas viviendas, que es mucho menor. Según los datos recabados en el documento, es una situación que Canarias arrastra desde 1991.
7.000 viviendas al año
Es debido a este déficit habitacional - las Islas se colocan como la comunidad en peor situación -, que Fernández recalca que la solución no pasa por restringir la vivienda vacacional, sino por incrementar la construcción, pues esta problemática se produciría “incluso si el turismo no desviara una sola vivienda desde el uso residencial al turístico”.
"Existe un déficit de 7.000 viviendas al año, pero en los últimos ejercicios no se ha alcanzado esa cifra. No es que no se pueda construir más, se hizo en el pasado - más allá de en la burbuja inmobiliaria -, como en 1997, cuando se edificaron 12.000 viviendas al año", expone.
Planeamientos urbanísticos
Las principales piedras que impiden la construcción de más vivienda, según la universidad, son las trabas burocráticas y las políticas de contención urbanística, que impiden que el mercado responda naturalmente a las necesidades habitacionales, con un ritmo acorde con la demanda”.
Un ejemplo de este pensamiento son las declaraciones de Gonzalo Melián, vicerrector de la Universidad de Las Hespérides, que considera “sorprendente” que una ciudad como Las Palmas de Gran Canaria pretenda que se la declare como zona residencial tensionada cuando es esa misma administración local "la que impide, con su plan general de ordenación, transformar un 40 % de su suelo" para permitir "que se hagan más viviendas".
Municipios turísticos
El informe también trata de desmontar el argumento de que la vivienda vacacional afecta gravemente al acceso a la vivienda en los principales núcleos urbanos. El economista asegura que “los lugares donde viven mayoritariamente los canarios y los lugares donde se instalan nuevas viviendas turísticas no son los mismos”.
Desde la universidad defienden que “los municipios con mayor porcentaje de vivienda turística suelen ser municipios pequeños con clara vocación turística y escasa población”, poniendo de ejemplo Yaiza, La Oliva, Teguise. Y que “los residentes canarios no suelen elegir estas zonas turísticas como lugar de residencia habitual, pues en su gran mayoría priorizan asentarse en urbes más grandes, con mayor disponibilidad de servicios”.
Además, el documento apostilla que "solo dos de los diez mayores municipios de Canarias - San Bartolomé de Tirajana y Adeje - tienen una intensidad relativamente alta de la vivienda vacacional", lo que para los economistas se explica con la gran cantidad de inmuebles clasificados desde su concepción como de uso turístico con los que cuentan estas zonas.
Seguridad jurídica
En esta línea, tanto Melián como Fernández defienden la decisión de los propietarios de optar por el alquiler vacacional frente al residencial, una decisión que justifican con la dificultad para recuperar sus inmuebles en caso de impago y por el endurecimiento de la regulación.
"No mejorar esta seguridad jurídica hará que, por mucha regulación sobre la vivienda vacacional, las propiedades que ya están en ese mercado no pasen al alquiler residencial", señalan.
Para Melián, la futura ley de vivienda vacacional perjudicará a estos “pequeños propietarios”, afectando "a la democratización del turismo que han propiciado los avances tecnológicos", que les han permitido participar en la oferta turística a través de plataformas, como Airbnb.
Con la regulación, el vicerrector expone que el turismo volverá a estar en manos de unos pocos inversores, como ocurría históricamente.
No es la solución
De esta manera, el informe concluye que la Ley de Vivienda Vacacional no solo será "ineficaz" para abordar la crisis habitacional en Canarias, sino que también podría causar daños económicos al archipiélago.
"Si no se amplía la oferta de vivienda, los precios no bajarán. Esta ley no resuelve el problema y perjudica la oferta turística", enfatiza Melián. En este sentido, los expertos recomiendan descartar la normativa y apostar por estrategias que impulsen la construcción de nuevas viviendas para paliar el déficit habitacional.



