La pérdida de población joven en los municipios con más peso del sector agrario

Cada vez hay menos trabajadores en la agricultura y menos jóvenes para dar el relevo

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Una platanera, planta que necesita bastante riego durante esta emergencia hídrica  / Consejería de Agricultura, Ganadería y Pesca.
Una platanera, planta que necesita bastante riego durante esta emergencia hídrica / Consejería de Agricultura, Ganadería y Pesca.

El sustento de La Aldea de San Nicolás, en Gran Canaria, ha sido siempre la agricultura. Y desde hace más de un siglo, en concreto, el tomate, exportado a Europa desde una de las zonas menos accesibles de la isla primero en barco y más tarde por carretera hasta el Puerto de La Luz. La economía del municipio floreció gracias a un sector agrícola que en las últimas décadas ha perdido importancia, aunque sigue siendo la principal actividad.

La Aldea es uno de los mejores ejemplos de un doble fenómeno común a las zonas rurales del Archipiélago. Por un lado, la reducción del peso del sector agrícola. Por otro, la pérdida de población joven. Casi la mitad de sus trabajadores estaban afiliados al régimen agrícola en 2003: unos 1.200 de las casi 2.500 pesonas dadas de alta en la Seguridad Social. Al cierre del 2022, ambas cifras se habían reducido de manera notable: de las 1.783 personas dadas de alta, solo 609 trabajaban en la agricultura.

En 2003, 20 municipios canarios tenían al menos el 15% de sus trabajadores dados de alta en el régimen agrario de la Seguridad Social. En 2022, los mismos municipios habían perdido de media un 48% de esos afiliados. Casi la mitad.

Un 16% menos de población joven

A eso hay que sumar la pérdida de población: La Aldea ha perdido 500 habitantes en las dos últimas décadas. Esa pérdida se acentúa más si se analiza por edad. Los menores de 30 años han pasado de los 3.206 en 2003 a los 2.051 en 2022.

Es algo que sucede en el resto de Canarias y también en toda España. En los últimos 20 años, entre 2003 y 2022, el número de canarios menores de 30 años ha descendido un 16%. Hace dos décadas había unos 750.000 y el año pasado se contabilizaron 626.000, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). El peso de los canarios en ese grupo edad sobre el total de la población pasó en ese tiempo del 40% al 29%.

Rápido envejecimiento

Los municipios que lideran la pérdida de población joven son Artenara y Tejeda, en la cumbre de Gran Canaria. Le siguen Buenavista del Norte, Tazacorte, San Andrés y Sauces, Santa Cruz de La Palma, Garachico y Valleseco, todos con un descenso superior al 40%. En 71 de los 87 municipios (dejando al margen El Pinar de El Hierro, que no estaba constituido en 2003) ha habido pérdida de población menor de 30 años.

Canarias no tiene la población más envejecida de España, pero sí la que está envejeciendo más rápido. En las dos últimas décadas, la edad media de los canarios ha pasado de los 37 a los 43 años, según datos del INE. En ninguna otra comunidad ha aumentado tanto en los últimos 20 años. A nivel nacional ha subido cuatro años: de los 40 a los 44. Si se utiliza la edad mediana, el resultado es muy parecido: en Canarias ha pasado de los 35 a casi los 45 años, también el mayor salto del país.

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