GoXo ya está en Las Palmas: la 'food truck' de Dabiz Muñoz o el regreso a Ítaca

Probamos la gastroneta del chef madrileño, considerado el mejor del mundo, en su primer día abierto en Mesa y López

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Menú de GoXo, la 'food truck' de Dabiz Muñoz. / AH
Menú de GoXo, la 'food truck' de Dabiz Muñoz. / AH

Si usted está en Las Palmas de Gran Canaria —o alrededores— durante las próximas seis semanas y tiene pensado darse un salto hasta la avenida Mesa y López para comer alguno de los ocho platos que ofrece GoXo, la food truck de Dabiz Muñoz, debería hacerse las siguientes tres preguntas antes de dar el paso.

¿Qué es para usted la gastronomía? Si ha venido a este mundo a jugar, a disfrutar de los placeres de la vida y gozar de la aventura cuando le viene, el GoXo está hecho para usted; si es de los que piensa que comer es un ejercicio tan simple como pasar por boxes y repostar gasolina, puede saciarse en otros mil lugares.

¿Está usted dispuesto a pagar unos 30 euros por un par de platos de comida callejera? Si es de los que valora la calidad, el trabajo bien hecho y las experiencias que van un poco más allá, dese un salto por GoXo; si no diferencia entre un menú de una cadena de comida rápida y lo que ha creado Dabiz Muñoz, mejor elija otro camino.

Colas, este lunes, para comer en el GoXo de Dabiz Muñoz. / AH
Colas, este lunes, para comer en el GoXo de Dabiz Muñoz. / AH

¿Se ve usted capaz de hacer cola durante hora y media por una hamburguesa? Si es de los que disfrutó con la lectura de la Odisea de Homero, esperar para disfrutar de GoXo le puede acercar a Ulises: el héroe griego se pasó combatiendo diez años en Troya y empleó otros diez años en el viaje de regreso a Ítaca —por el camino fue secuestrado por la ninfa Calipso, su balsa fue hundida por Poseidón, se peleó con Polifemo, fue raptado por la hechicera Circe, se vio tentado por las sirenas y se hizo pasar por mendigo antes de volver a los brazos de Penélope—. Hágase a la idea: va a tener que perseverar y aguantar. Pero de eso va la vida: lo bueno se hace esperar; si es de los que no tiene paciencia, encuentre un atajo que le lleve a otro lugar.

Experiencia propia

Planteadas estas tres cuestiones, les relato mi experiencia: me planté a las 14.58 horas en Mesa y López. Dos minutos después, el personal de El Corte Inglés cerró la cola, donde me pasé 89 minutos. No me secuestró una ninfa, no naufragué por culpa de Poseidón, no le tuve que sacar el ojo a un cíclope, no me raptó una bruja, no me sedujo ninguna sirena ni me hice pasar por un mendigo en mi particular viaje a Ítaca, pero la explosión de sabores que me gocé con mi menú debe ser algo parecido a caer en los brazos de Penélope.

Hamburguesa Yakisoba. / AH
Hamburguesa Yakisoba. / AH

Elegí una Hamburguesa Yakisoba, una doble hamburguesa de carne madurada de buey, con queso gouda, noodles yakisoba, cremosos de pimientas del mundo, miso y salsa perigourdine de trufas negras. La apuesta me hizo saltar del Burger Joint de Manhattan al Kasugatei de Shibuya y me recordó a ciertos experimentos en domingo de resacas —sumar las sobras de ayer con lo que aparezca en la nevera—.

Papas XO. / AH
Papas XO. / AH

La tarta de queso

Para acompañar, pedí unas Papas XO, que se sirven con mayonesa de trufas y jalapeño y salsa de ketchup de fresas ligeramente picantes —condimentos que llevan algo tan simple a un nivel alto—. Y de postre, cayó una Tarta de Queso de la Pedroche, elaborada con quesos frescos, queso parmesano, galletas con mantequilla tostada y pimienta de Sichuan y sobre la que sólo tengo una cosa que decir: vayan y pruébenla.

Tarta de Queso la Pedroche. / AH
Tarta de Queso la Pedroche. / AH

En total, por esos tres platos y dos cervezas pagué 36 euros. Ya saben, si hemos llegado hasta aquí es para jugar.