Pese al anuncio que hizo la semana pasada la presidenta de Tenerife, Rosa Dávila, al respecto de la eliminación total del agente cancerígeno con el que operaban los trabajadores del tranvía, la realidad es que todavía no se ha eliminado al 100% la arena de sílice. Tanto en las vías como en las cocheras todavía hay restos de la sustancia, a lo que se suma que la empresa olvidó de cambiar la sustancia en uno de los vehículos de mantenimiento.
Los trabajadores han publicado en sus redes sociales dos vídeos donde muestran que la arena de sílice todavía está presente en sus puestos de trabajos, pese a que un informe de la empresa ISR había certificado la eliminación al 100%. Uno de esos vídeos muestra cómo la sustancia sigue presente en las vías del tranvía y en sus aledaños en determinadas zonas del recorrido.
Restos visibles
Esto sucede pese a que el informe sobre la sustitución del agente concluía por parte de la empresa que “verificamos y podemos certificar que la totalidad de los espacios y sus correspondientes superficies sujetas a la comprobación e inspección por parte de ISR han quedado libres de polvo de sílice”.
Desde la empresa mantienen que se “han limpiado y descontaminado” las vías del tranvía. Lo que se ve en el vídeo lo achacan a “restos residuales de diversos materiales similares, mezclados con algo de basura, en zonas rebuscadas que ni siquiera son sitios de paso o de trabajo”, según señalan a Atlántico Hoy. De hecho, explican que lo que se ve en los vídeos son los muros exteriores de los talleres.
Un olvido
Aparte de los restos en las vías, los trabajadores también han mostrado un vídeo donde se ve cómo un vehículo ferroviario Unimog almacenaba todavía esta arena. La empresa pública Metropolitano de Tenerife ha admitido a este medio que “lamentablemente” no se había detectado esta situación y la arena no había sido sustituida.
Según aseguran ahora ya se ha informado para su limpieza y sustitución. Asimismo reprochan la actitud de los trabajadores por haber hecho público el vídeo porque en “lugar de informar inmediatamente a la empresa para solventar su sustitución inmediata, lo utilicen con otros fines”. El responsable de prevención de riesgos laborales, Jonay Acosta (CCOO), sin embargo denuncia que ya se había avisado a la empresa de la situación.
"No valen chapuzas"
Este vehículo se detectó en las cocheras, tal y como denuncia Acosta, quien señala que si hay restos de este componente en las cocheras “el viento inevitablemente los va a acabar depositando en la vía, pues ese punto era crítico a la hora de efectuar las labores de limpieza”. Hay que tener en cuenta que la arena en sí no es cancerígena, pero que el paso del tranvía sobre ella genera un polvo que sí puede derivar en un cáncer.
Acosta reprocha a su vez que a lo hora de hacer los trabajos de sustitución de la arena de sílice la empresa ISR debía haber revisado las cocheras, donde supuestamente se encontraba este vehículo. “Nos hemos visto obligados a publicar esto para que la dirección y el Cabildo tomen conciencia de que con las sustancias cancerígenas no valen chapuzas ni brindis al sol”, explica Acosta sobre la publicación de los vídeos.