El macro complejo turístico Cuna del Alma, ubicado El Puertito de Adeje, en el sur de Tenerife (Canarias), ha sacado a la venta nueve de sus villas de lujo del conjunto Casa Casitas, una de las tipologías residenciales de las que dispone el proyecto, tal y como puede comprobarse en varios anuncios publicados en Idealista. Estas casas independientes, diseñadas con criterios de sostenibilidad y lujo, combinan privacidad, vistas laterales al mar y acceso completo a todos los servicios del resort.
Los precios de estas nuevas unidades oscilan entre los 680.400 y los 2.446.950 euros, dependiendo de su tamaño y ubicación dentro del complejo. Las viviendas disponen de entre una y cuatro habitaciones, terrazas amplias y piscinas privadas climatizadas, y están integradas en un entorno de acantilado natural con vistas privilegiadas al océano.
¿Qué son las Casa Casitas?
Las Casa Casitas forman parte de la oferta residencial de Cuna del Alma y representan un modelo de vivienda independiente con estética volcánica, enfocadas en ofrecer un entorno íntimo y tranquilo, pero con servicios de hotel cinco estrellas. Se trata de unidades de uno o dos dormitorios, construidas con materiales sostenibles, climatización eficiente y conexión directa con la naturaleza.
Estas casas comparten servicios con otras dos tipologías del complejo: las Valley Villas, orientadas al mar con máxima amplitud y privacidad, y los Beach Apartments, situados cerca de la playa y pensados como residencias turísticas de alto nivel. Todas las tipologías cuentan con acceso a zonas comunes como piscinas comunitarias, spa, beach club, restaurantes, gimnasio, club infantil y centro de bienestar holístico.
Una inversión de lujo en el centro del conflicto medioambiental
Desde su inicio, el proyecto ha estado rodeado de una intensa controversia ambiental y social. En 2022, tras el acto de colocación de la primera piedra, comenzaron las protestas ciudadanas y ecologistas comenzaron las protestas ciudadanas y ecologistas, que denunciaron que las obras se iniciaron sin la evaluación de impacto ambiental requerida. También se documentaron daños en yacimientos arqueológicos guanches y afectación a especies protegidas, como la planta endémica viborina triste.
Las autoridades regionales impusieron varias paralizaciones cautelares por motivos patrimoniales y ambientales, aunque las obras continuaron en distintos frentes. En octubre de 2022, inspecciones oficiales confirmaron que se habían retirado restos arqueológicos sin la supervisión de arqueólogos, violando medidas impuestas por el Cabildo de Tenerife.
Durante meses, activistas acamparon en las obras y un hombre se llegó a encadenar a una de las excavadoras en Cuna del Alma.
Sanciones, protestas y una escalada de tensión
El último episodio de los conflictos con manifestantes se produjo en febrero de 2025, cuando un grupo anónimo quemó maquinaria pesada en la zona del proyecto. Este acto de sabotaje fue condenado por todas las partes, pero evidenció la creciente tensión social en torno al desarrollo. Poco después, en mayo, el Gobierno de Canarias sancionó a los promotores con una multa de 229.000 € por la destrucción irreversible de un yacimiento arqueológico.
La sanción fue criticada por arqueólogos y colectivos sociales, que consideraron la cantidad “ridícula” frente a la magnitud del daño. Algunas fuerzas políticas, como Podemos Canarias, también denunciaron la rebaja de una sanción previa que ascendía a 600.000 euros.
