Armas contrata seguros de responsabilidad civil que no cubren accidentes en recintos portuarios

Las cabezas tractoras de los trailers que meten planchas en los barcos están aseguradas con Mutua Madrileña, pero no cubre accidentes en el puerto

Guardar

Terminal de Naviera Armas en el recinto portuario de Las Palmas./ ARCHIVO
Terminal de Naviera Armas en el recinto portuario de Las Palmas./ ARCHIVO

Si alguien es atropellado por un vehículo de Naviera Armas en el recinto de acceso restringido del puerto, el seguro que tiene contratado la empresa no se hará cargo de indemnización alguna. Una exclusión en la cobertura un tanto peculiar para una empresa que se dedica al transporte marítimo -máxime cuando sus vehículos apenas salen del puerto-, pero que consta en el artículo 11 de las exclusiones generales de la póliza que Armas tiene suscrita con la aseguradora Mutua Madrileña para las cabezas tractoras que mueven los trailers en los puertos donde opera la empresa.

Estupefacto es como se quedó Eliu López de la Osa, contramaestre de la compañía que lleva casi dos años de baja después de que le atropellase precisamente una cabeza tractora, cuando Mutua Marileña le comunicó el 16 de octubre de 2023 que no se haría cargo de la indemnización porque su accidente no estaba cubierto por el seguro por esta razón. Atlántico Hoy ha tenido acceso al comunicado de la aseguradora dirigido al trabajador. El seguro fue contratado a través de Armas Correduría de Seguros de Canarias.

Atropello en el barco

López de la Osa explica, además, que no entiende la exclusión dado que su atropello no tuvo lugar en el recinto portuario sino dentro del barco. 

En el caso de este accidente, el contramaestre fue atropellado por un trailer Renault 420 con matrícula 2010DTN en la bodega del buque Volcán de Taidía. En torno a las 19:15 del día 19 de junio de 2022, López de la Osa se encontraba dando indicaciones al conductor de un camión en la bodega del Taidía para que aparcase cuando otro camionero al volante del Renault 420 entró a la bodega a gran velocidad, giró al fondo de la misma y le atropelló causándole la fractura del pilón tibial y el peroné de la pierna izquierda.

Secuelas del accidente

En el último instante antes del impacto, el contramaestre alcanzó a ver de reojo al vehículo e, instintivamente, dio un gran paso para atrás, evitando que se lo llevase por delante, pero dejando expuesta la pierna. Fruto del accidente, López de la Osa sufre la denominada "enfermedad de Sudeck", también llamada "síndrome de dolor regional complejo" que le provoca cambios bruscos de temperatura, inflamación, calambres y dolor agudo en la pierna afectada.

Dado que, desde el accidente, no puede apoyar peso en su pierna izquierda, López de la Osa ha visto radicalmente reducida su actividad física -algo que ocupaba una parte troncal de su vida previa al atropello- y eso le ha llevado, alega, a una depresión. De hecho, Naviera Armas fue considerada por la Inspección de Trabajo culpable de una infracción grave de seguridad laboral dado que, tal y como declararon los testigos, el accidentado e incluso el propio responsable del servicio de prevención mancomunado de la empresa, Daniel Catalá Nuez, no existía en la naviera ningún procedimiento de estiba, sino que la carga y descarga de los buques se realizaba a ojo conforme a las órdenes y los criterios de los superiores jerárquicos en cada momento.

Indemnización insuficiente

Según recoge el informe, la explicación de Daniel Catalá Nuez sobre por qué no había entonces un protocolo de estiba, fue que "es muy difícil trazar un procedimiento que sirva para todos los buques que conforman la flota de la empresa, teniendo cada buque sus propias particularidades y siendo suficiente con que cada trabajador cuente con un transmisor y vaya organizándose, además de contar con ropa de alta visibilidad y con los correspondientes equipos de protección individual".

Ahora, López de la Osa sigue a la espera de juicio dado que rechazó una indemnización -que consideró irrisoria para los perjuicios que sufrió- que Naviera Armas le ofreció para evitar acudir a los tribunales, en vista de que su aseguradora no cubre el accidente.