Pivotes separadores del carril bici de Santa Cruz de Tenerife./ ÁLVARO OLIVER-AH
Pivotes separadores del carril bici de Santa Cruz de Tenerife./ ÁLVARO OLIVER-AH

Tarife se abre a modificar el carril bici en El Pilar y Villalba Hervás y "volver a lo anterior"

El concejal de Servicios Públicos se compromete a abrir un proceso participativo para decidir qué hacer con la red ciclable en esas calles

Álvaro Oliver González, redactor jefe en Tenerife

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La Asociación de Comerciantes Zona Centro y FAUCA han formalizado este viernes una petición al Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife para revisar de manera urgente el trazado del carril bici en El Pilar y Villalba Hervás.

No se limitan a un “no” genérico: detallan por qué consideran que el diseño implantado no garantiza la seguridad ni la accesibilidad, y por qué, en esas dos calles concretas, la convivencia entre bicicletas y tráfico motorizado no funciona tal y como está configurada.

El documento subraya, además, que los separadores instalados dificultan el paso de ambulancias y bomberos y que la supresión de espacios de carga y descarga complica el abastecimiento diario de los comercios del entorno. La posición de ambas entidades es explícita: apoyan la movilidad sostenible, pero piden un rediseño ajustado al centro histórico y comercial para compatibilizar VMP, peatones, transporte y actividad económica.

Respuesta de Tarife

A esa petición ha respondido el concejal de Servicios Públicos, Carlos Tarife (PP), con un planteamiento que abre la puerta a un cambio en el carril. La Ordenanza de Movilidad de Santa Cruz fue tumbado por los tribunales, pero el consistorio recurrió la sentencia. Tarife asegura ahora que, cuando llegue el auto judicial que resuelva el recurso, propondrá abrir un proceso participativo para rediseñar el paso del carril bici por las calles El Pilar y Villalba Hervás.

En ese marco, dice, se discutirán tres salidas posibles: mantener lo ejecutado, volver al modelo anterior o peatonalizar. “Veremos qué margen tenemos cuando llegue el auto. Propongo abrir un proceso participativo para diseñarlo entre todos. Eso sí, tenemos que esperar al auto judicial”, señala en su respuesta a la asociación.

La ordenanza suspendida

El pasado 24 de junio de 2025, el TSJC ordenó paralizar las obras del carril bici tras la anulación de la Ordenanza de Movilidad. El ayuntamiento acató la medida y anunció recursos, mientras colectivos ciclistas defendieron el proyecto y comerciantes y vecinos reiteraron su rechazo, en gran parte por la eliminación de aparcamientos. Desde entonces, el trazado en el centro ha quedado a medio gas, a la espera de una resolución que permita terminar o desmantelar lo ejecutado. La discusión pública se ha movido entre la seguridad de quien se desplaza en bici o patinete y el impacto en la logística del centro urbano.

Para situar el origen del conflicto hay que volver a otoño de 2024, cuando el ayuntamiento inició los trabajos de la Red de Movilidad Personal, financiados con fondos Next Generation y concebidos para articular una malla ciclista y de ciclocalles en el centro de la capital. Desde el arranque hubo quejas: comerciantes y taxistas alertaron de pérdidas de plazas de estacionamiento y cambios operativos; el consistorio defendió que la red mejoraría la movilidad y reduciría situaciones de riesgo en aceras y calzadas.

Movilizaciones

Las movilizaciones y el pulso social han sido constantes. Hubo protestas en diciembre de 2024 contra el nuevo carril bici antes incluso de su apertura completa; a comienzos de 2025 se repitieron las marchas en la zona centro; en marzo, los colectivos ciclistas convocaron una bicifestación en defensa de la red, reivindicando la seguridad de los desplazamientos activos en vías con tráfico intenso. Es decir: hay dos malestares que coexisten, el de quien teme perder clientes y operatividad; y el de quien reclama un itinerario seguro para pedalear, y ambos se han manifestado en la calle.

Dentro de ese marco, las calles El Pilar y Villalba Hervás se han convertido en el epicentro del desacuerdo. Son calles estrechas, con alta intensidad peatonal y un tejido comercial denso. Ahí es donde el comunicado de Zona Centro y FAUCA focaliza los problemas operativos: la traza y los separadores condicionan giros, maniobras y accesos; el paso de emergencias se complica; la carga y descarga se ha quedado corta o desplazada; y el resultado —sostienen— es una pérdida de funcionalidad del área. Por eso reclaman un “rediseño urgente” y “soluciones alternativas” adaptadas al contexto del centro.