La Autoridad Garante de la Competencia y el Mercado (AGCM) de Italia ha sancionado a Ryanair con 1.344.400 euros por dificultar una investigación sobre sus prácticas comerciales con agencias de viaje. Según la resolución, publicada en agosto en el boletín oficial del organismo regulador, la aerolínea irlandesa proporcionó “información inexacta, incompleta o engañosa”, incumpliendo con su obligación de colaboración en el proceso.
En el marco de la investigación, la AGCM había solicitado planes de negocio y documentos estratégicos para evaluar si Ryanair abusaba de su posición dominante en el mercado italiano. La compañía respondió que no disponía de ese tipo de documentación formal, alegando que sus decisiones se adoptan de manera “dinámica”. Sin embargo, en una inspección en marzo de 2024, realizada en la sede central de Dublín junto con las autoridades irlandesas, se encontraron documentos que contradecían lo declarado.
Multa por negligencia grave
A raíz de estas pruebas, la AGCM concluyó que Ryanair obstruyó la investigación y calificó su conducta como “negligencia grave”, imponiéndole una multa equivalente al 0,01% de su facturación global, que en 2024 ascendió a 13.440 millones de euros.
El caso parte de una investigación abierta en septiembre de 2023 para esclarecer si la aerolínea limitaba la venta de billetes a través de agencias físicas y online, con el objetivo de favorecer sus canales directos. En sus conclusiones preliminares, la AGCM constató que el plan de Ryanair incluía también la difusión de “información denigrante y no veraz” acerca de las agencias. En España, la aerolínea ha sido recientemente condenada por competencia desleal y denigración contra la agencia de viajes eDreams.
Conflictos en Europa
Más allá de Italia, la aerolínea acumula frentes abiertos en diferentes mercados europeos. En España mantiene disputas con el Ministerio de Transportes por sus políticas tarifarias y con Aena por el uso de infraestructuras y tasas aeroportuarias. La tensión se ha recrudecido esta semana tras el anuncio de Ryanair de cerrar varias rutas con ciudades españolas como Vigo, Santiago y Tenerife.
A estas controversias se suman sus reiterados choques con gobiernos nacionales y con competidores de la industria aérea, que en diversas ocasiones han derivado en acusaciones públicas de presión y chantaje por parte de la compañía hacia instituciones.